La compañía estadounidense Lockheed Martin, que desde hace años es la mayor empresa de defensa del mundo, acaba de entregar el avión de transporte táctico multimisión Hercules número 2.700. El próximo agosto se cumplirán 69 años desde que el primer C-130 Hercules voló, y en diciembre se alcanzarán 67 desde que se introdujo, inicialmente para prestar servicio a las fuerzas armadas de Estados Unidos. La unidad 2.700 también se va a desplegar con las fuerzas armadas del mismo país. Esta vez, con el Escuadrón de Transporte Aéreo 252 del Cuerpo de Marines. Se trata de un aparato de la variante KC-130J, configurada como avión cisterna y con base en la Estación Aérea del Cuerpo de Marines en Cherry Point, en Carolina del Norte.
En estos 70 años, el Hercules se ha extendido a operadores de 70 países. El modelo de producción actual del C-130 es el denominadoC-130J Super Hercules, en el que se incluye la variante cisterna táctica KC-130J de la última entrega. De momento, el C-130J ha sido certificado para desarrollar 18 requisitos de misión diferentes. El actual modelo C-130J cuenta ahora con 26 operadores en 22 países con más de 20 certificaciones de aeronavegabilidad. Entre todos ellos suman 540 aparatos que acumulan cerca de tres millones de horas.
El vicepresidente y director general de la línea de negocio de Movilidad Aérea y Misiones Marítimas de Lockheed Martin, Rod McLean, explica que esta unidad “no sólo representa el C-130 número 2.700 entregado, sino que también refleja la misión inherente y la adaptabilidad del rendimiento que alimenta la relevancia continua del C-130”. El nuevo avión, ha añadido, “formará parte de la flota de KC-130J más grande del mundo y proporcionará una verdadera amplificación de fuerza en todo el mundo”.
Capaz de reabastecer a la mayoría de helicópteros
El KC-130J es capaz de reabastecer a la mayoría de los aviones de ala rotatoria en funcionamiento en la actualidad y a múltiples aviones de ala fija, incluido el avión de combate Lockheed Martin F-35B/C Lightning II. Con su diseño táctico, el KC-130J tiene la capacidad de volar a bajas velocidades y bajas altitudes, lo que representa condiciones ideales para repostar helicópteros.