Colombia ha revelado que la disponibilidad de vuelo de la flota de aeronaves de sus Fuerzas Armadas (FAC-ARC-EJC-PNC) es del 40.76 %, mientras que el restante 59.24 % se encuentran no operativas.
Estos porcentajes han sido revelados por el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, en declaraciones ante la Comisión II (Defensa Nacional y FFAA) de la Cámara de Representantes del Congreso de la nación. Además aseguró que el total de medios de ala fija y rotatoria es de 731 unidades.
De ese total, 298 están en línea de vuelo (40.76 %), otras 223 (30.5 %) no están operativas por que se encuentran en algún tipo de proceso de mantenimiento y de las restantes 210 (28.7 %) 23 se reportan como pérdida total por accidentes, 33 más en evaluación para determinar si se pueden o no recuperar, 55 en proceso de baja (retiro de los inventarios) y 99 (13.5 % del total) a la espera de la posibilidad de que se les asignen recursos o no.
Estas últimas 99 —por asignación de recursos— corresponden a un inventario que se ha venido acumulando en los últimos años, por lo que el Gobierno nacional ha decidido enfocar inversiones en procesos para recuperar y/o mantener las aeronaves en existencia, antes de destinarlos a la adquisición de nuevos medios.
Afectaciones externas
Según el ministro, el nivel actual de alistamiento es producto no de la disminución del presupuesto, sino por condiciones de tiempos programados que han coincidido, por afectaciones externas a la cadena de suministros o por la imposibilidad legal de adelantar esos procesos (caso Mi-17). Todo esto sucede desde el 2021.
Esta situación se presenta en momentos de graves alteraciones al orden público, particularmente en el suroccidente del país por el accionar delictivo de los grupos armados organizados narcotraficantes y terroristas, pero también en medio de procesos de renovación de las capacidades aéreas del conjunto de todas las Fuerzas Armadas —particularmente de la DAVAA y la Aviación Policial— que han sido aparentemente suspendidos, justo luego de escogerse finalmente los modelos a adquirir.
Se ha priorizado el financiamiento de proyectos de mantenimiento, algunos de los cuales se van a realizar sobre aeronaves que ya deben retirarse del servicio y ser reemplazadas por nuevos medios que brinden capacidades necesarias para enfrentar al terrorismo, con las que hoy no se cuenta.