La Armada de Chile ha contribuido durante dos siglos a la seguridad y al desarrollo del país y sus habitantes. Tiene unidades de superficie, submarinas y aéreas a la vanguardia regional y su personal es reconocido internacionalmente por su preparación. En la actualidad, avanza con el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval que le permitirá reemplazar sus buques en una alianza con la industria, la academia y el ecosistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación.
El almirante Juan Andrés De la Maza Larraín es el comandante en jefe de la Armada de Chile. Se graduó como guardiamarina en 1986 y es ingeniero en armas con mención en Artillería y Misiles. Es graduado de la Academia de Guerra Naval de Chile y de la Escuela de Guerra Naval Argentina. Posee un diplomado en Alta Dirección y el grado académico de magíster en Ciencias Navales y Marítimas. Además, es profesor militar en Logística.
Sirvió a bordo del petrolero clase Tyde A0-52 Almirante Montt, el buque escuela BE-43 Esmeralda, las fragatas clase Leander PFG-06 Almirante Condell y PF-09 General Baquedano, el destructor clase County DLH-15 Almirante Blanco, las lanchas misileras Sa´ar 3 LM-33 Covadonga y tipo 148 LM-36 Teniente Riquelme y LM-37 Teniente Orella. Fue comandante de la lancha de servicio general Quidora, el remolcador ATF-66 Galvarino, el transporte AP-41 Aquiles y el buque escuela BE-43 Esmeralda.
Antes de asumir el 18 de junio de 2021 la comandancia en jefe de la institución, se desempeñó, con el grado de contraalmirante, como director de Recuperación de Unidades de la Armada (DRUA), secretario general de la Armada (Secretgen) y comandante en jefe de la Primera Zona Naval (Prizona). Posteriormente, en el grado de vicealmirante, fue comandante de Operaciones Navales (Comoper) y jefe del Estado Mayor General de la Armada (EMGA).
Infodefensa.com efectuó una entrevista al almirante De la Maza para conocer en detalle los ejes de su gestión al frente de la institución, la importancia del Plan Nacional Continuo de Construcción Naval para el país, el avance del proyecto Escotillón IV, las nuevas capacidades antárticas, la modernización de unidades de la Escuadra Nacional, el proyecto de reemplazo de los submarinos 209/1400L y planes de nuevo material de vuelo para la Aviación Naval, entre otros temas de interés.
En esta primera parte de la entrevista, el almirante De la Maza se refiere al significado del Mes del Mar y los valores que representa la figura del capitán Arturo Prat para el país y la Armada, los ejes que está impulsando en su gestión, los desafíos institucionales, los avances tecnológicos y el impacto de los sistemas no tripulados en las Fuerzas Armadas, los retos en la formación del personal y el rol que cumplirá el Centro de Innovación Tecnológica de la Armada (CITA) en esa materia.
Pinchar aquí para leer la segunda parte de la entrevista
Pinchar aquí para leer la tercera parte de la entrevista
Pinchar aquí para leer la cuarta y última parte de la entrevista
¿Qué importancia tiene el Mes del Mar en la conciencia marítima de los chilenos?
Chile es un país esencialmente marítimo y tricontinental, donde su presente y futuro dependen del resguardo y desarrollo sustentable de nuestro mar. Bajo esta perspectiva, uno de los principales desafíos del Estado, es concientizar a los chilenos sobre la importancia del Océano Pacífico para el devenir del país.
Es en este contexto, donde se destaca la importancia de la celebración del Mes del Mar, ya que permite a toda la sociedad nacional, enfocarse en nuestro litoral y meditar sobre su relación con el mar.
Para Chile, el mar es fuente alimenticia, energética y de comercio internacional, sujeto de investigación e innovación tecnológica, medio de transporte y comunicación, así como eslabón de unión de nuestro desmembrado territorio continental e insular. Dada nuestra realidad, no se puede ser un país minero, exportador y agricultor, sin ser un país marítimo que nos conecte al mundo.
En este nuevo Mes del Mar, la Armada asume su responsabilidad frente a este desafío y mantiene siempre viva la llama del amor a la patria y la vista fija en la protección y resguardo de nuestras aguas e intereses nacionales.
¿Qué valores representa la figura de Arturo Prat para la Armada de Chile y el país?
Hablar de Arturo Prat es hablar del ejemplo a seguir para todos los chilenos, ya que para muchos representa al mejor hijo de esta tierra llamada Chile. Durante toda su vida, Arturo Prat se destacó por sus virtudes y servicio hacia la Patria y, su sacrificio en Iquique, es la confirmación de aquello.
Para la Armada de Chile, la figura del capitán Prat, marca la senda a seguir por todos los que vestimos el uniforme de marino y nos señala qué esperar de un comandante cuando se enfrenta a su mayor desafío. Su personalidad, empatía y liderazgo cercano, calaron hondo en su joven dotación, quienes no titubearon en seguirlo hasta las últimas consecuencias, pese al desigual combate que se presentaba, honrando nuestro lema de Vencer o Morir.
Esta es la enseñanza y legado de Prat y las generaciones actuales y venideras son custodios de esta rica herencia que nos enorgullece como marinos y chilenos.
¿Qué ejes de gestión ha impulsado desde que asumió la Comandancia en Jefe de la Armada de Chile?
Cuando asumí como comandante en jefe de la Armada, determiné cuatro ejes de acción para mis cuatro años de gestión, a saber, el personal de la institución, la probidad y transparencia, el posicionamiento de la Armada, y el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval. Hoy, cada eje tiene procesos de avance distintos.
En lo que respecta al personal, nuestros esfuerzos nunca se detienen y tienen que ver con el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente, en el ámbito del bienestar y también de la capacitación profesional, que obviamente es un aporte al desarrollo de cada uno de ellos.
En lo referente a probidad y transparencia, la Armada lleva adelante hace años un proceso de mejora continua, adaptando y mejorando los sistemas de administración y control de recursos. Hemos firmado acuerdos con la Contraloría General de la República (CGR) y hemos potenciado la función de la Contraloría de la Armada, mejorando y modernizando las auditorías que constante y aleatoriamente realizamos.
Así también, el posicionamiento de la Armada es un proceso continuo, que realizamos todos quienes vestimos uniforme. La Armada no sólo es relevante en ámbito naval y marítimo, donde somos la representación del Estado de Chile en el mar, sino que también en el ámbito de la investigación y desarrollo, la innovación tecnológica, estando siempre presentes en distintas iniciativas e instancias, incluso propias, como Innovapolinav.
Finalmente, en lo referente al Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, estamos en pleno desarrollo de él. El proyecto Antártica del nuevo rompehielos para Chile está su fase final, previo a su puesta en servicio, en los astilleros en Talcahuano, mientras que ya empezamos la construcción del proyecto Escotillón IV, que buscará el reemplazo de nuestros buques de transporte. En resumen, la Marina sigue navegando a buen andar, con una meta clara en el horizonte.
¿Qué desafíos tiene la institución en la actualidad?
Profundizando y entendiendo a los desafíos de carácter estratégico como situaciones, actuales o potenciales, que tienen o podrían tener impactos en el cumplimiento misional o en el progreso hacia los objetivos centrales de una organización, diría que los principales desafíos que enfrenta la Armada de Chile son efectivamente los cuatro descritos anteriormente, conceptualizados en los ejes de mi gestión: personal, probidad, posicionamiento institucional y el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN) para apoyar la renovación de nuestra flota naval y marítima en el mediano plazo.
En lo referido a personal, la cohesión humana es aspecto de preocupación recurrente. Asimismo, los cambios demográficos, culturales, de expectativas de vida y de personalidad, sumado a la evidente diferencia de base educacional escolar de nuestros postulantes con respecto al pasado, han generado exigencias adicionales a las que existían previamente para reclutar, educar y retener a nuestro capital humano.
Asimismo, y por una serie de factores, se ha hecho de especial relevancia la necesidad por mayor eficiencia en el empleo de los recursos humanos, materiales y financieros; lo anterior, ha conducido a buscar alternativas para generar eficiencias en el gasto y la inversión, además de expandir las exigencias sobre nuestras dotaciones en términos de realizar acciones que antes eran externalizadas.
Finalmente, y en relación a la renovación de nuestras unidades navales y marítimas para las próximas décadas, estamos impulsando a través de los conductos institucionales una serie de iniciativas tendientes a generar una política de Estado para el Plan Nacional de Construcción Naval Continua y para buscar expandir líneas de financiamiento público y la asociación con entidades privadas nacionales para unirse a este proyecto país. En este sentido, y un aspecto que no es de extensivo dominio público, la concepción originaria de la Armada de Chile contempla una sola institución que sustenta a dos dominios de Estado, lo naval y marítimo, situación que, en otros países, con una concepción desintegrada, conlleva diferentes líneas de financiamiento para sus inversiones en renovación de material.
¿De qué manera influye el avance tecnológico en la planificación de capacidades?
El avance tecnológico es un desafío importante en la planificación de capacidades, especialmente dado lo que se observa en los conflictos armados que se están desarrollando en distintas partes del mundo. Por un lado, y en la línea de las capacidades defensivas, no se pueden descuidar áreas orientadas a generar protección a la fuerza contra sistemas de armas vigentes. Por el otro, se debe avanzar en prospectar potenciales sistemas para contrarrestar nuevos desarrollos militares con bajas barreras de acceso, tales como los sistemas no tripulados que ya están disponibles en países de la región.
Para complementar esta pregunta, estimo que estamos en una época histórica de Revolución de los Asuntos Militares (RMA, por sus siglas en inglés), tal como lo fue la incorporación de sistemas armas que cambiaron el carácter del conflicto armado con casos como el tanque, aeronaves, submarinos, portaviones y las armas nucleares; en la actualidad, la incorporación de sistemas no tripulados de bajo costo está cambiando la aproximación de varias Fuerzas Armadas en el desarrollo de su fuerza, especialmente porque en el caso de esta RMA, a diferencia de otras del pasado, el acceso a estas tecnologías no tiene altas barreras de ingreso en términos de preparación del capital humano, capacidades de base ni financieras. Esta realidad, sin duda y tal como ha ocurrido en el pasado, conllevará una serie de discusiones intelectuales para cambiar la aproximación en el desarrollo de la fuerza y demandará pragmatismo y mucho cálculo por parte de los liderazgos institucionales.
El arribo de nuevo material ha significado la incorporación de sofisticadas capacidades y avanzada tecnología que requieren de personal altamente capacitado. ¿Qué cambios han sido introducidos en la formación de Oficiales y Gente de Mar?
La Armada de Chile, durante su extensa historia operativa, ha sabido responder a los cambios que impone la incorporación de nueva y sofisticada tecnología, particularmente la que es propia de los sistemas de armas.
La Armada, como institución de la Defensa, no solo es usuaria de la tecnología, sino que, además, debe explorar nuevos conocimientos a partir de la investigación, para satisfacer necesidades operativas. Para ello, cuenta con una fortaleza educativa, que se traduce en formar especialistas, tanto profesionales como técnicos, para operar y mantener sistemas caracterizados por su alta complejidad tecnológica. La visión de la Armada ha sido mantenerse a la vanguardia en este ámbito, adelantándose a los escenarios futuros, cuyos requerimientos técnicos evolucionan con una aceleración cada vez mayor. Este escenario nos exige formar a nuestro personal bajo un enfoque orientado a competencias, fortaleciendo en los estudiantes los conocimientos, habilidades y destrezas propias del siglo XXI, como son: la resolución de problemas, adaptación al cambio, aprender a aprender, razonamiento lógico matemático, pensamiento crítico, creación e innovación, entre otros.
Al respecto y para responder con mayor contundencia a estos nuevos desafíos, la Armada de Chile acaba de crear el Centro de Innovación Tecnológica de la Armada (CITA), cuya misión abarca dos ámbitos de acción: posicionarse a la vanguardia y ser un referente en el estado del arte de las nuevas tecnologías, e identificar y contribuir a generar las condiciones habilitantes para producir el cambio de cultura organizacional requerido para tal posicionamiento.
No obstante lo anterior, cabe recordar que todo cambio implica algo permanente. En nuestro caso es la formación y robustecimiento de los principios y virtudes militares que sustenta la Institución, sobre los cuales se asienta su modo de ser tradicional, su Ethos. Éste, a su vez, determina su modo de actuar para cumplir con la misión fundamental de la Armada de Chile que es la defensa de la Patria.