El Plan Anual de Contratación del Ministerio de Defensa para 2024 (Pacdef 2024) prevé una inversión de 234 millones de euros en la adquisición de un Vehículo de Vigilancia Terrestre (VVT) conjunto para la Armada y el Ejército de Tierra para misiones de reconocimiento y patrulla. El contrato es el más grande de las más de 7.762 propuestas que el Ministerio prevé para este año.
Según el documento de la visión de la Fuerza 2035 del Ejército de Tierra, el VVT se basa en un sistema para dotación de unidades de Inteligencia montado sobre un vehículo de alta movilidad táctica. Está equipado con sensores electroópticos con alcances de 30 km (compuestos por telémetro láser, cámara de bajo nivel de luz y cámara térmica) y radar de vigilancia terrestre. Y, como armamento, monta una ametralladora de 7,62 mm en estación de armas remota.
El VVT será uno de los emblemas de la denominada Brigada 35, que dispondrá de mayor movilidad, agilidad para concentrase y dispersarse, mayor alcance de sus armas de fuego directo, así como de los fuegos indirectos, mayores alcances de sus medios de reconocimiento y vigilancia.
Vehículos como el VVT otorgarán a la unidad mayor capacidad de enlace a grandes distancias (medios CIS) y de operar en movimiento, mayores capacidades de protección y ataque en la dimensión virtual (Guerra Electrónica y Ciber).
En España, Navantia tiene un VTT en diferentes versiones, el último desarrollo es una versón autónoma pensada para las unidades de inteligencia del Ejército de Tierra. El vehículo ha sido probado por algunas de las brigadas de la Fuerza Terrestre como la Legión.
El VVT representa una evolución del Vehículo de Exploración y Reconocimiento Terrestre (VERT), ya en servicio en el Ejército de Tierra. Navantia realizó las pruebas a lo largo del 2018 y principios de 2019, donde analizó la compatibilidad de los sistemas VERT-VVT con un demostrador sobre un Uro Vamtac S3 y probó la configuración de los puestos de mando (conductor, observador y jefe de vehículo), el sistema de comunicaciones y el software de misión.
El VVT incorpora un dron cautivo para incrementar la conciencia situacional y un sistema antidron, ambos de la compañía española SDLE. El dron tendrá una autonomía ilimitada a través de la conexión al vehículo y también podrá actuar solo con una autonomía de 40 minutos. El sistema además será capaz de integrar diferentes cargas como cámaras infrarrojo o vídeo y antenas. La unidad de mando y control estará integrada en los displays del vehículo.
Por su parte, el antidrón consiste es un equipo portátil con una antena unidireccional que crea una cúpula de protección de 1.000 metros, detectanto amenazas en condiciones adversas.