El paracaídas EPC-B, fabricado por la empresa francesa Safran y utilizado por varios países aliados, está en fase de implantación por la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas del Ejército de Tierra.
El paracaídas se distingue por su apertura suave y gradual, velocidad de descenso lenta, y buena estabilidad pendular. Su diseño ofrece capacidad rotatoria accionando el mando de maniobra y movimiento horizontal trasero accionando ambos mandos de maniobra o ambas correas de tracción. Es compatible con diversas aeronaves, incluidos los aviones de transporte A400M y globos aerostáticos, explican desde la Bripac.
El sistema completo, incluyendo el paracaídas principal y el de reserva, tiene un peso total de 22,9 kg, con una bolsa de transporte de 0,9 kg. El peso suspendido total máximo es de 180 kg. Este punto hace referencia al peso del combatiente equipado con el paracaídas principal EPC-B, con material de guerra o sin él. La carga útil máxima es de 50 kg.
En cuanto a sus dimensiones, cuando está plegado y listo para el salto, mide 540 x 400 x 245 mm (largo, ancho, alto), mientras que desplegado tiene una superficie total de la campana de 115 m² y un diámetro del borde de ataque de 8,50 metros.
Las características operativas medias con 165 kg y velocidad de despliegue 130 nudos son: tiempo de apertura, 4,3 segundos; caída por gravedad, 45 metros; carga de apertura; 1013 daN; estabilidad pendular (medida a 100 kg), 10 grados; velocidad de giro de 180º, nueve segundos; velocidad de movimiento horizontal, 2,7 metros por segundo.
La campana principal EPC-B se activa automáticamente al salir de la aeronave mediante la cinta estática y la velocidad de despliegue máxima del paracaídas es de 150 nudos. La altitud mínima de apertura varía según la misión: 300 metros para saltos de formación de saltadores, 200 metros en saltos de formación operativa y 80 metros para velocidad de despliegue mínima de 130 nudos en misiones de combate.
La vida útil para la campana principal y atalajes es de 18 años, con un potencial útil de 180 saltos, y de siete años para la cinta estática desde la fecha de primer uso.
Ventajas respecto al TP2Z
Frente al TP-2Z (su predecesor), el EPC-B ofrece varias ventajas operativas. Permite un peso suspendido total máximo de 180 kg frente a 160 kg. Por lo tanto, el combatiente gana 20 kg en equipo que puede soportar. Además, requiere solo dos plegadores en lugar de tres y su forma aerodinámica facilita una toma de tierra más controlada. El paracaídas se pone a favor del viento, esta opción evita que el saltador tenga que maniobrar para no tomar de frente como ocurre con el TP2Z.