Latinoamérica cierra 2023 con proyectos fragmentados y decisiones aisladas

La planificación de equipamiento para las Fuerzas Armadas en América Latina no funciona como un bloque compacto, y 2023 no ha sido la excepción. Cada quien de acuerdo a sus posibilidades. Las inquietudes y necesidades de los países desde México hasta Argentina no son las mismas y las naciones producen (en el mejor de los casos) o se abastecen mediante compras, acuerdos de cooperación o donaciones tanto para modernizarse y estar a la altura de las circunstancias globales como para tapar agujeros de décadas sin inversión militar.

El año que cierra ha dejado buenos augurios para algunos y desazón y zozobra para otros. Motivos y razones tantos como colores, pero sin  grandes sorpresas. Es decir, 2023 ha fortalecido —aunque no sea mucho— a los países que llevan un tiempo comprometidos con la Defensa y ha dejado expuestos a aquellos Estados que vienen rezagados y acumulando promesas de palabra.

Entre los favorecidos, se puede mencionar a los proyectos estratégicos de las Fuerzas brasileñas, que pese al cambio de gestión gubernamental y a que su economía no se encuentra en su mejor momento, ha logrado cumplir los objetivos marcados. Las inversiones previstas en los contratos del Ministerio de Defensa y de las tres Fuerzas alcanzan 10.772.123.861 dólares para los próximos años (hasta 2026).

Por su parte, la Fuerza Armada Nacional de Venezuela centró su año en el mantenimiento y recuperación funcional de sus sistemas de armas y equipos militares. Pero cabe señalar que se trata de una postura que no inicia en 2023 sino que lleva su tiempo, que comenzó con el Ejército, y continuó también con la Armada, la Aviación Militar y la Guardia Nacional. 

En cuanto a equipos, las novedades se presentaron en la Armada, como los patrulleros oceánicos con lanzadores (2x4) de misiles antibuque C802A y los buques construidos por Damen. También vale la mención sobre la creación del Estado Guayana Esequiba y la activación de la Zona Operativa de Defensa Integral Guayana Esequiba, producto de la tensión en la línea divisoria y de la reclamación por parte de Venezuela de ese territorio en posesión de Guyana.

Guyana ha cobrado una nueva relevancia en la región gracias a sus yacimientos de petróleo y gas. En la actualidad se ha metido en el grupo de los países más ricos de la zona y el último tiempo ha considerado prioritaria la capacitación de sus cuadros y el reequipamiento militar. Así, para fortalecer su Fuerza de Defensa se ha dedicado a estrechar sus vínculos preexistentes y a suscribir nuevos acuerdos en materia de cooperación militar con Brasil, Canadá, Estados Unidos, India, Francia, entre otros países.

Misma suerte, motivos opuestos; Surinam —actualmente sin mayores recursos financieros— ha buscado el apoyo de naciones amigas como Brasil, Estados Unidos, Francia, India, y Países Bajos, para renovar acuerdos de cooperación militar en 2023. En su proceso de reconstrucción del Ejército Nacional (Naional Leger), el país sudamericano ha logrado llevar a cabo programas de adiestramiento y capacitación del personal militar; ejercicios combinados; construcción y mejora de infraestructura y donación de equipos, entre otras cosas.

Colombia también cosecha buenos momentos. Con inversiones de envergadura comparables a las de los inicios de los '70, o a posteriori finalizando la misma década, la nación cafetera replica el pasado y concreta proyectos por valores aproximados a los 1.062.700.000 dólares. Tanto el año pasado como este 2023, Colombia contrató la compra de sistemas para la Armada Nacional, Fuerza Aérea, Ejército y Policía nacional como parte del desarrollo de la política nacional de Seguridad Humana (área de la Defensa). 

Para el país sudamericano, es menester contar con medios disuasivos para proteger los principales activos económicos nacionales en un contexto de potenciales conflictos en la región y en tiempos de tensiones geopolíticas a nivel mundial.

A lo largo del año, la administración de Dina Boluarte no ha podido recuperar la confianza de empresarios y emprendedores porque —entre otras razones— no termina de abrir el Perú a las inversiones. Las Fuerzas Armadas peruanas han tenido que lidiar con la ausencia de soporte técnico y repuestos para el mantenimiento y reparación de helicópteros; la incapacidad del Ejército para seleccionar al proveedor de vehículos blindados a ruedas; o el desinterés del Gobierno para habilitar a la Fuerza Aérea a iniciar gestiones para la adquisición de nuevos cazas. 

Sin embargo, cabe indicar que al mismo tiempo se anunció la adquisición de un avión de control del espacio aéreo y guerra electrónica (AEW&C); la compra de una red de radares terrestres de vigilancia para lograr una mejor cobertura del territorio nacional; FAME y el Ejército han seleccionado al fusil de asalto ARAD 7 (7,62x51 mm) para la adquisición de un lote inicial;  que se comprarán dos aviones de transporte Boeing 737 Next Generation en el mercado de segunda mano para mejorar las capacidades de transporte a largo alcance. La Marina de Guerra del Perú se ha destacado en el presente año por el efectivo trabajo realizado en conjunto con SIMA Perú y sus socios industriales extranjeros, entre otras cosas.

En el caso de Chile, año 2023 ha estado marcado por la puesta en grada del bloque del primer buque multipropósito de la Armada de Chile y el interés que ha despertado en la industria internacional los programas de construcción naval. Además, el Ejército y la Fuerza Aérea de Chile tienen en ejecución proyectos para actualizar plataformas como el Leopard 2A4 y los F-16 MLU. 

Entre las noticias más importantes referidas a las Fuerzas Armadas bolivianas, en 2023 destaca la conclusión y puesta en funcionamiento del Sistema Integrado de Defensa y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta) contratado a Thales. Las Fuerzas Armadas estuvieron enfocadas a enfrentar el contrabando a lo largo de sus fronteras. Reforzaron el Comando Estratégico de Lucha Contra el Contrabando con nuevos efectivos y equipos. Además, las Fuerzas Armadas desplegaron aeronaves y mas de 5.000 efectivos para sofocar 160 incendios forestales de magnitud que se produjeron en varias regiones del país entre junio y noviembre.

En otra línea, la adquisición de equipos nuevos y los presupuestos anuales destinados a material militar en la región centroamericana no son suficientes. Un caso que destaca es el de El Salvador, que además del presupuesto designado para este 2023 ha sumado varios refuerzos millonarios para Defensa y Seguridad Pública que se encuentran dentro del Plan Control Territorial implementado por el presidente Nayib Bukele.

Dentro de los países que tienen Fuerzas Armadas o de Defensa en el Caribe insular, tampoco se han registrado novedades de gran relevancia para el fortalecimiento de su estructura militar.  Como salvedad se puede mencionar el año de la Fuerza de Defensa de Jamaica, una de las mejor balanceadas y modernas de la región; y a la República Dominicana, con la ejecución del plan de fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas y de su sistema de seguridad que incluye el reequipamiento y la mejora de la infraestructura militar.

El corriente año ha sido una temporada de pérdidas de capacidades militares en las Fuerzas Armadas mexicanas tras la decisión del Gobierno de asignar al Ejercito Mexicano tareas ajenas a la función de la Defensa nacional. Además, se comunicó que la Secretaría de Marina ha dejado de lado la construcción naval por instrucciones de presidente López Obrador. 

Para un país como México, esto conlleva una gran pérdida de capacidades en la industria naval, como así también en la vigilancia y defensa de la zona económica exclusiva por no contar con nuevas unidades de superficie. Aun así, la Armada de México participó en los Ejercicios Multinacionales 'Solidarex' y 'Unitas LXIV'.

Al sur del sur, Argentina culmina el 2023 con un cambio de Gobierno y con más firmas de intención que con certezas. Entre tantas cosas, se esperaba con ansias la definición de varios programas clave, como la modernización de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) con la compra de nuevos cazas; la adquisición de submarinos y de vehículos blindados a rueda. En la mayoría de los casos, se hizo el acuerdo mediante cartas de intención, pero sin ningún avance en concreto.

El vecino Uruguay exhibe un estado crítico por escasez de fondos y apenas ha podido mantener operativo el escaso material bélico que posee. La mayoría de los proyectos previstos para este año se han postergado. Si vale la pena hacer una mención especial a la definición por parte del Gobierno uruguayo para la adquisición de dos buques OPV al astillero español Cardama. Pero más allá de esto, no se han hecho ni se esperan adquisiciones de material de ningún tipo, excepto algún caso específico de emergencia o alguna compra puntual de oportunidad.