La Fábrica de Armas y Municiones del Ejército S.A.C. (FAME SAC) se ha pronunciado en defensa de la selección del fusil de asalto ARAD 7 de 7,62x51 mm en beneficio del Ejército del Perú. La iniciativa surge ante las críticas realizadas por un medio de prensa local y de congresistas, que han decidido citar a una sesión de la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno al ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, para que se les informe los pormenores de la transacción pactada en la materia.
El Ejército del Perú ha intentado concretar la adquisición de fusiles en repetidas oportunidades, por lo menos desde hace más de 13 años, haciendo pruebas a nivel local y mediante protocolos que han despertado más de una queja por parte de los postores sobre la lógica detrás de las pruebas. Varios de los fusiles presentados no superaron los parámetros utilizados. De acuerdo a información extraoficial, solamente un fusil presentado por una empresa peruana superó las pruebas, pero aún así tampoco se le adjudicó contrato alguno. Según se informó, tras sendos procesos de selección frustrados se procedió a adquisiciones parciales del fusil SCAR de 5,56x45 mm hasta alcanzar una cifra cercana a las 2.900 unidades.
Transcurrieron años sin que el Ejército lograra seleccionar un fusil de asalto sobre el cual estandarizar inventario, incluyendo intentos de FAME por asociarse con empresas extranjeras como la estadounidense Unified Weapons Systems para un proyecto de ensamblaje local que fue finalmente descartado.
Es recién en Sitdef 2023 que FAME anuncia formalmente al público en general la asociación con la corporación Israel Weapons Industries (IWI), de reconocido prestigio internacional por la calidad de sus productos, en medio de anuncios de interés por parte del Ejército para la adquisición de 10.000 fusiles de asalto, los que en una primera instancia apuntaban al Galil ACE pero que finalmente se decantaron por el ARAD de 7,62x51 mm.
Por el momento, las observaciones que se le pueden hacer a la selección del ARAD es la actual situación que atraviesa Israel en su lucha contra el terrorismo de Hamas, porque puede comprometer la sostenibilidad logística del proyecto. Además, según fuentes extraoficiales cercanas al Ejército del Perú, la patada que tiene el ARAD 7 podría dificultar el disparo en modo automático. Y también la disponibilidad de opciones más económicas al ARAD; aunque es menester resaltar que el factor económico tiene que ser contrapesado con el factor técnico.
El montaje de una línea de ensamblaje local de fusiles no representa reto mayor para la industria y se ha revelado que el fusil ARAD ha sido probado por técnicos del Ejército del Perú en Israel. El hecho de que no se hayan realizado las pruebas en Perú resultará relevante o no en función del detalle del protocolo de pruebas implementado, que no ha sido revelado.
FAME ha emitido un comunicado en el que rechaza rotundamente las críticas de la prensa local y asevera que el proceso seguido para la selección del fusil ARAD 7 se ha ceñido a la Ley N° 31684, Ley que modifica la Ley N° 29314, Ley de FAME SAC, y al Decreto Legislativo N° 1142 Ley de bases para la modernización de las Fuerzas Armadas. Esto establece que uno de los objetivos del sector Defensa es impulsar el autoabastecimiento de los institutos armados.
Adquirir productos a FAME —que es el arsenal del Ejército— es muy similar a lo que sucede en la Marina de Guerra del Perú cuando le compra embarcaciones a SIMA Perú, o en la Fuerza Aérea del Perú cuando repara sus aeronaves en Seman Perú S.A.C. No es ningún secreto que FAME intenta —desde hace años— venderle pistolas y fusiles no solo al Ejército, sino también a la Marina, la Fuerza Aérea y a la Policía Nacional del Perú.
Sin embargo, cabe indicar que bajo ese mismo principio de impulso al autoabastecimiento, el fusil ARAD debería ser comparado con productos que está ofreciendo la industria peruana, tanto a nivel económico, técnico, así como el tan importante nivel logístico, para generar más competencia y así beneficiar al soldado a quien se le entregará el que sin duda sea el mejor producto. Tanto SIMA como FAME compiten con el sector privado, aunque SIMA Perú posee un know-how en el mercado local en materia de navíos militares que al momento es insuperable.
Asimismo, varias de las críticas realizadas se hubiesen podido evitar con una mayor transparencia en las adquisiciones del sector Defensa, que desde hace algunos años coloca bajo reserva hasta la compra de bienes y servicios que son muy conocidos en los tiempos actuales de redes sociales.