El Salón Aeronáutico de París, celebrado la semana pasada, ha sido el marco elegido para sumar a Italia en el programa franco-británico de desarrollo de un nuevo misil antibuque de largo alcance para sustituir sus actuales inventarios de Exocet, Harpoon y Storm Shadow. El programa, denominado en inglés Future Cruise/Anti-Ship Weapon (FC/ASW) y en francés Futur Missile Antinavire/Futur Missile de Croisière (FMAN/FMC) en Francia, lo que se puede traducir como futura arma (o misil) antibuque y futura arma (o misil) de crucero, se oficializó hace seis años con un acuerdo entre ambos países, si bien venían trabajando en él desde mucho antes. De hecho, el proyecto se lanzó tras la firma del tratado de defensa conjunto Lancaster House suscrito por París y Londres en noviembre de 2010.
Su objetivo es “desarrollar una nueva generación de misiles para renovar la guerra antibuque de largo alcance y las capacidades de ataque en profundidad de ambas naciones” con la vista puesta en 2030, de acuerdo con la información facilitada por el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia.
Al proyecto se unirá ahora un tercer aliado, Italia, tal y como recoge la carta de intención suscrita el pasado 20 de junio, por la que Reino Unido y Francia confirman su deseo de extender la cooperación al nuevo socio. El cronograma para llevarlo a cabo pasa ahora por la apertura de una fase de diálogo entre los tres países, en el que se sentarán las bases para la futura fase de desarrollo.
Encargo a MBDA
El programa pretende que los tres socios cuenten con la nueva capacidad de ataque profundo operativa en 2030. “Esta nueva fase del programa FMAN/FMC fortalecerá la industria de defensa y la base tecnológica de Europa en torno al contratista principal MBDA, el líder europeo en el campo de los misiles”, añade la fuente oficial francesa.
El programa franco-británico FMAN/FMC, explica la nota ministerial, tiene como objetivo reemplazar los misiles de crucero lanzados desde aviones SCALP/Storm Shadow, en servicio con las fuerzas aéreas francesas y británicas; el misil antibuque pesado Exocet lanzado desde el aire y desde la superficie por Francia, y el Harpoon para el Reino Unido.
La iniciativa nació la década pasada de “las necesidades comunes de Francia y el Reino Unido de tener una capacidad antibuque de largo alcance para su uso en alta mar y una capacidad para atacar objetivos endurecidos en las profundidades del territorio enemigo”.
El programa ha sido adjudicado al contratista principal MBDA, que desarrollará tecnologías y sistemas destinados a mejorar la capacidad de supervivencia, el alcance y la letalidad de los misiles antibuque y de crucero lanzados desde aeronaves y buques de guerra.
A pesar de Brexit y el Aukus
La fase de concepto, con un coste aproximado de 100 millones de euros, está financiado a partes iguales por Francia y el Reino Unido, y la carga de trabajo también se comparte por igual entre MBDA Francia y MBDA Reino Unido.
El programa ha pasado por momentos complicados que pudieron poner en peligro su continuidad, como el la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) o las disputas en torno al proyecto de los futuros submarinos australianos, que Francia había acordado inicialmente construir y que finalmente Canberra decidió anular en favor de una nueva iniciativa (Aukus) junto a Londres y Washington.