El Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón del Ejército de Tierra, del que ya se han entregado las primeras siete unidades, no incorporará de momento un Sistema de Protección Activa (APS) para la detección y neutralización de amenazas (misiles anticarro, municiones de artillería, granadas propulsadas por cohete o proyectiles disparados por cañones sin retroceso).
El contrato con Tess Defence, sociedad formada por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa y Escribano, para el suministro de los primeros 348 vehículos Dragón no incluye la instalación de ninguno de estos sistemas, según ha podido confirmar Infodefensa.com. No obstante, el Ejército de Tierra no renuncia a la protección activa. Sus planes para mejorar de forma progresiva las capacidades del VCR 8x8 prevén la instalación de un sistema APS, con una posible participación de la industria nacional en su desarrollo.
Las fuentes conocedoras del programa consultadas por este medio detallan que la implantación de la protección activa dependerá al final “de la próxima ampliación del contrato y de las prioridades que establezca el Ejército de Tierra”.
El Ejército apuesta por la instalación de sistemas de protección activa no solo en su flota de VCR 8x8, sino también en los carros de combate Leopardo y los vehículos de infantería de cadenas Pizarro.
Los sistemas de protección activa tienen como principal objetivo evitar el impacto de armas contra el vehículo que lo porta mediante la detección temprana de las amenazas con sensores y radares y la reducción de la efectividad del arma. Pueden clasificarse, según su método de funcionamiento, en dos: de 'respuesta blanda' o no destructiva (soft-kill) y de 'respuesta dura' o destructiva (hard-kill).
Los primeros buscan básicamente cambiar la trayectoria de la amenaza o enmascarar el vehículo para evitar el impacto. Para ello, utilizan distintas contramedidas como señuelos (bengalas IR o chaff) o perturbación láser. Mientras que en los segundos están diseñados para interceptar o destruir el proyectil enemigo antes del impacto contra el vehículo. Para la neutralización cuentan con un lanzador que dispara un proyectil que explota al estar cerca de la amenaza.
La industria española comienza a dar pasos para el campo de la protección activa. Indra ha presentado recientemente el radar de barrido electrónico Nemus, para la detección temprana de todo tipo de amenazas, destaca el fabricante, desde proyectiles a alta velocidad a munición tradicional. Este radar ha sido diseñado para su integración en carros de combate tipo Leopardo, aunque la empresa trabaja ya para adaptarlo a vehículos como el VCR 8x8 u otros más ligeros. Por su parte, Escribano, la empresa que suministra las estaciones de armas remotas del VCR 8x8, cerró un acuerdo con la israelí Elbit la pasada edición de Feindef para integrar en su torre Guardian 30 el sistema de protección activa Iron Fist.
Escribano también se hizo en 2021 con un contrato de la convocatoria Coincidente de la DGAM para el desarrollo de un sistema electróptico de detección infrarroja multibanda (Sedim). Este proyecto contempla el diseño de un conjunto de sensores para detectar la amenaza desde su lanzamiento y hacer todo el seguimiento de la trayectoria.
En el mercado internacional existen varias soluciones como el citado Iron Fist o el Trophy de la también israelí Rafael. Ambos son hardkill. Países como Estados Unidos o Reino Unido han elegido este último para proteger sus carros de combate. Rafael ha creado recientemente la firma EuroTrophy para la producción, comercialización y venta de este sistema en Europa, con la vista puesta en la flota de carros Leopardo.