Reino Unido enviará 14 tanques Challenger 2 a Ucrania mientras los Leopard 2 siguen sin luz verde

Londres ha replicado en el ámbito de los carros de combate la apertura del camino que Francia inauguró a principios de mes para el suministro a Ucrania de vehículos occidentales de combate de infantería. Si París dio entonces un gran paso en el incremento del nivel de ayuda a Kiev, procurándole un número indeterminado de blindados AMX-10 RC, lo que fue inmediatamente seguido por el suministro de medio centenar de vehículos IFV Bradley estadounidenses y 40 Marder Alemanes, ahora se espera que la confirmación del envío de 14 carros de combate Challenger 2 que ha realizado este fin de semana el primer ministro británico, Rishi Sunak, suponga un paso de gigante en la prestación de la ayuda militar occidental frente a Rusia.

La decisión de Reino Unido acaba con un tabú que los aliados de Ucrania han mantenido desde el principio de la guerra, el 24 febrero: no facilitar material excesivamente letal para prevenir una escalada del conflicto de impredecibles consecuencias (Rusia es una potencia nuclear). La puerta queda abierta ahora, por tanto, para que otros países, como Polonia y Finlandia, que ya han anunciado esta intención, puedan procurar a Kiev carros Leopard 2, el modelo que las autoridades ucranianas vienen reclamando desde hace mucho para poder continuar su esfuerzo bélico ante el Kremlin.

Alemania, sin embargo, que como país fabricante tiene la potestad de impedir el suministro de estos carros a terceros, no acaba de dar su visto bueno. También existe la posibilidad de que el fabricante, Rheinmetall, pueda enviar directamente unidades de sus propias existencias, siempre y cuándo Berlín lo autorice, lógicamente, pero esto no podría ocurrir en ningún caso antes de 2024. Así lo ha revelado el director ejecutivo de la empresa alemana, Armin Papperger, en una entrevista publicada este domingo en Bild am Sonntag.

110 tanques alemanes

Según las revelaciones de Papperger al medio de su país, recogida entre otros por la agencia EFE, las existencias de Leopard 2 que conserva el fabricante, y que podrían ponerse a punto para enviar a Ucrania, asciende a 22 unidades, además de otras 88 del más antiguo Leopard 1. Su preparación para el servicio exige el desmontaje y montaje completo, lo que explica que se precise al menos un año para poder llevarlo a cabo, y lo que supone además un coste de varios cientos de millones de euros, lo que obliga a Rheinmetall a hacerlo únicamente si cuenta primero con el correspondiente contrato, ya que, por su alto coste, “Rheinmetall no puede prefinanciarlo”, asegura su director ejecutivo.

Papperger explica que con este tipo de carros de combate “un ejército puede romper las líneas enemigas y poner fin a una prolongada guerra de trincheras”. Permitirían a los soldados “avanzar muchos kilómetros de un tirón”.

Más cañones autopropulsados

De momento, los Challeger 2 comprometidos por los británicos podrán realizar ese papel, aunque de forma limitada por su escaso número, y pese a ir acompañados por el suministro igualmente de más cañones autopropulsados AS90. De este envío es clave que con él “se ha abierto una ventana en la que Rusia está en desventaja”, según los testimonios publicados por RTVE de responsables de defensa británicos. El objetivo, ha añadido el primer ministro Sunak, es impulsar la adopción de una “estrategia internacional para salir del estancamiento”, ya que la situación estática actual únicamente pude acabar beneficiando a Rusia, ha advertido.

Está previsto que esta misma semana se reúnan de forma extraordinaria los ministros británicos de Asuntos Exteriores y de Defensa con sus homólogos de distintos países (al menos Alemania, Estados Unidos y Estonia) para tratar de impulsar las actuaciones internacionales que permitan acelerar ese apoyo, tanto militar como diplomático a Ucrania.

Respuesta rusa

La Embajada de Rusia en Londres ha respondido al anuncio del envío de carros de combate británicos afirmando que Reino Unido parece, con esta medida, “tener la intención de reafirmar su estatus como líder de la OTAN en términos de armar a Kiev y escalar el conflicto”. Para el Kremlin, esta actuación “solo servirá” para recrudecer el conflicto y generar “más bajas, incluso entre la población civil”.

El Challenger 2 fue diseñado para enfrentarse a otros carros de combate y está considerado un modelo notablemente superior a los tanques rusos, según distintos expertos.

El Leopard 2, por su parte, lleva meses siendo reclamados por Ucrania para mejorar su posición bélica frente a Rusia. Se trata de un modelo que forma parte del arsenal de distintos países en Europa, como Polonia y Finlandia, que están dispuestos a enviar unidades a Kiev en cuanto Berlín dé el visto bueno, de ahí las creciente presiones de los aliados sobre el Gobierno del canciller Olaf Scholz para que lo autorice. Desde que comenzó la guerra, Alemania se ha mostrado prudente en el suministro de armamento para ayudar a Kiev, si bien ha ido cediendo paulatinamente, hasta el punto de enviarle equipos de tanto calado como vehículos de combate de infantería Marder y misiles Patriot, que en ambos casos han supuesto notables pasos adelante en el nivel de colaboración militar con Ucrania. La dimisión anunciada este lunes por la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, podría cambiar esta política.

España estudió la operación

España, que se encuentra entre los usuarios de los carros de combate Leopard 2, llegó a estimar el pasado verano el envío a Ucrania de una decena de unidades procedentes de sus existencias almacenadas, pero poco después dio marcha atrás a la operación alegando que se había verificado el “lamentable” estado en el que se encuentran estos blindados que se encuentran en desuso en un depósito cerca de Zaragoza.