La compañía noruega Kongsberg Defense & Aerospace (KDA) sigue sumando contratos para sus misiles navales NSM. La empresa ha anunciado este fin de semana que Australia también ha adquirido el arma, continuando los pasos que ya han dado en los dos últimos meses España, Reino Unido y Países Bajos. Con ella Canberra también sustituirá sus antiguos misiles Harpoon, como en el caso de las marinas de guerra de España y Reino Unido.
La compra de NSM está contemplada en el proyecto SEA1300 australiano, con el que se dotará a las fragatas de la clase Anzac y los destructores de la clase Hobart. Este último es un modelo basado en las fragatas españolas F-100, a las que van precisamente destinados los NSM de la Armada, además de a las futuras F-110. En el caso de Reino Unido, se van a a equipar con estos misiles sus buques Tipo 23 y Tipo 45, mientras que Países Bajos las montará en las fragatas de mando y defensa aérea de su Marina Real.
Si no se producen contratiempos, el misil entrará en servicio en Australia a partir de 2024. El presidente de Kongsberg Defense and Aerospace, Eirik Lie, califica el acuerdo de “hito importante en el camino hacia la entrega de una capacidad de misil de ataque de precisión moderna, efectiva y sobreviviente a la Marina Real Australiana”.
El NSM, que también se encuentra en los arsenales de Estados Unidos, Alemania, Canadá, Noruega y Polonia, es un misil de última generación, con un alcance superior a los 300 kilómetros y una velocidad de 0,9 mach. El arma selecciona su objetivo mediante un novedoso sistema de identificación inteligente de imágenes infrarrojas que emplea unas sofisticadas cámaras y procesa las imágenes con un complejo algoritmo de reconocimiento del objetivo. De este modo puede elegir el blanco oportuno entre otros buques o señuelos y sortear cualquier obstáculo que se encuentre en su trayectoria, lo que evita impactos ciegos o adquisiciones de blancos no deseados.