Personal de la Brigada Almogávares VI de Paracaidista del Ejército de Tierra ha tenido la oportunidad de comprobar las capacidades del Q-UGV de la firma estadounidense Ghost Robotics, un vehículo terrestre no tripulado cuadrúpedo, que se asemeja a un perro.
El sistema ha sido evaluado recientemente por la unidad en el marco del plan de experimentación con materiales del proyecto Fuerza 35 del Ejército. La brigada, detalla el Ejército en sus redes, participa “proyectos con empresas para automatizar actividades, dentro del concepto PLEX F35, que redundan en beneficio de la protección del personal”. En las pruebas también ha participado personal de la empresa Paukner, suministrador de este robot en España.
Q-UGV baja unas escaleras. Foto: Ejército de Tierra
Este UGV se caracteriza por su gran agilidad para actuar en entorno urbanos y espacios confinados. A grandes rasgos, es un ordenador con otro patas que puede integrar distintos tipos de sensores, desde cámaras de vigilancia hasta sensores químicos, biológicos o radiológicos, lo que hace posible efectuar de forma segura misiones de cierto riesgo o peligrosas para las personas.
El sistema está especialmente diseñado para misiones de seguridad y defensa. Ya ha sido desplegado en la frontera entre Estados Unidos y México para tareas de vigilancia. Los sensores y cámaras contribuyen a mejorar la conciencia situacional. En España, el Ejército de Tierra pudo comprobar su funcionamiento una demostración a finales del año pasado en el foro de Toledo.
Se trata de un robot robusto, que puede estabilizarse sí solo, con una IP 67 que permite resistir al polvo, la lluvia y las dificultades del entorno y llevar a cabo misiones de forma autónomo mediante puntos de referencia (waypoint) o comando.
Un soldado de la Bripac maneja el sistema. Foto: Ejército de Tierra