El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que su país aceptaría venderle su avión presidencial Boeing 787-8 Dreamliner a Argentina a cambio de un adelanto de 30 millones de dólares y ofreció la posibilidad de que el resto del valor de la aeronave, que asciende a 110 millones de dólares, pueda ser pagado en un futuro por otros medios, inclusive con alimentos.
"Si nos dan los 30 millones de dólares y se firma un convenio de pago de acuerdo la tasación y los intereses se les entrega, no estaría mal”, dijo López Obrador.
Estas declaraciones fueron brindadas por el presidente mexicano ayer en su acostumbrada conferencia diaria de las mañanas. Sin embargo, hacia el final del día, trascendió que el gobierno argentino rechazó la oferta debido a que su valor se encontraba muy por encima del límite presupuestario que la administración argentina había previsto, alrededor de 20 millones de dólares.
Un avión invendible
El gobierno mexicano se encuentra gestionando la posible venta del avión, que se encontraba en un hangar de Estados Unidos para su mantenimiento desde diciembre de 2018. Ahora estacionado en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, el Ejecutivo busca fórmulas alternativas para su venta, incluido el alquiler.
Desde antes de asumir la Presidencia de México, López Obrador ofreció venderlo al considerarlo "ostentoso", "lujoso" y "faraónico". El avión tiene capacidad para 80 pasajeros, estuvo en servicio dos años y diez meses y realizó más de 150 vuelos.
En los más de tres años de su gobierno, el presidente mexicano ha planteado rifar el avión presidencial, la cual fue simbólica; además alquilarlo para viajes ejecutivos o fiestas, e incluso intercambiarlo por helicópteros y equipos médicos.