El Ministerio de Defensa financiará el desarrollo de un sistema de defensa de punto o corto alcance (CIWS, por sus siglas en inglés) para buques de fabricación nacional basado en la torre Sentinel 25 RFG (Rapid Fire Gun) de la empresa española Escribano.
El departamento, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), ha puesto en marcha una licitación con un presupuesto de 250.000 euros, en fase de evaluación, para dar un empujón al diseño de una estación de armas con las características de la Sentinel 25 RFG, en la que la compañía con sede en Alcalá de Henares trabaja desde hace algún tiempo ya.
La Sentinel 25 RFG es un sistema CIWS propuesto por Escribano que cuenta como armamento principal con un cañón rotatorio GAU-12/U de 25 mm y cinco tubos, con la opción de incorporar también el GAU-22/A de 25mm y cuatro tubos, la nueva versión de este cañón fabricado por la estadounidense General Dynamics.
La solución está diseñada sobre el mismo pedestal -plataforma giro estabilizada- que tienen las torres remotas Sentinel 30, instaladas en los patrulleros de la clase Serviola de la Armada. Además, dispone en un sistema electroóptico con cámara térmica y diurna, así como telémetro láser. La Sentinel 25 RGF podría operar asimismo junto con un sistema IRST (infra-red search and track) Oteos, desarrollado también por Escribano, con una capacidad mayor de detección y seguimiento de misiles.
Escribano acumula una amplia experiencia en el desarrollo de estaciones de armas remotas, tanto terrestres como navales, de diferentes calibres. Sus torres navales Sentinel de 12,7 mm y también de 30 mm están en servicio en los buques de la Armada española y formarán parte del armamento de las futuras fragatas F-110. El lanzamiento de la Sentinel 25 RGF diseñada por esta compañía contaría con la ventaja de la comunalidad, fundamental para abaratar por ejemplo los costes de mantenimiento de los montajes instalados en los buques.
Los requisitos establecidos por Defensa no son públicos -se trata de una licitación sin publicidad-, por lo que habrá que esperar hasta la adjudicación del contrato para conocer más detalles sobre las características del sistema finalmente seleccionado para este proyecto.
La Armada ha apostado en los últimos años por dotar a sus buques de sistemas de defensa cercana con el objetivo de mejorar su capacidad de respuesta a amenazas aéreas como misiles y también a ataques procedentes de pequeñas embarcaciones de superficie.