Moscú busca una respuesta a la prohibición de vender o arrendar aviones a las aerolíneas rusas promulgada por la Unión Europea como reacción a la invasión de Ucrania. Entre las medidas que el Ministerio de Transporte ruso y altos directivos de las mayores compañías aéreas del país están discutiendo destaca la posible nacionalización de aviones de Airbus y Boeing que estaban prestando servicio para estas empresas en régimen de alquiler.
De momento aún no se ha tomado la decisión, que sin embargo se espera para este fin de semana, según la agencia rusa RT. El diario de negocios local RBK, ha publicado que esta posibilidad ha sido discutida en concreto por el viceministro de Transporte, Igor Chalik, y altos funcionarios de las compañías Aeroflot Group, S7 Group, Ural Airlines y Utair. El medio ruso, uno de los que la Unión Europea ha vetado por considerarlo un canal de comunicación vinculado al Gobierno de Moscú, explica que las empresas de leasing tienen hasta el 28 de este mes para liquidar los contratos de alquiler actuales en el país.
Tres de cada cuatro aviones comerciales con los que actualmente opera Moscú se han construido en la Unión Europea y Norteamérica, apunta la información. La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia ha revelado que las mayores aerolíneas del país operaban, a mediados de febrero, 491 aviones fabricados por Airbus, Boeing y Embraer, con los que cubren el 72% del tráfico de pasajeros de las aerolíneas rusas.
Una fuente próxima a las discusiones citada por la agencia de noticias apunta que nacionalizar esta flota “es el escenario más realista, no hay otras opciones en este momento” para mantenerla en servicio.
Comprar las aeronaves
Si finalmente la salida por la que opta el Gobierno ruso, que es quien debe tomar la decisión, es la de adquirir los aviones, deberá negociar la posibilidad con Estados Unidos y la Unión Europea.
Boeing ha emitido este viernes un comunicado en el que explica que sus equipos, y los de sus socios, ante los acontecimientos en el este de Europa, “están comprobando la situación de los empleados afectados y siguen coordinándose con las autoridades, los clientes y los proveedores para evaluar el impacto en la región a nivel humano y en la actividad”. La nota se centra sobre todo en los dos millones de dólares que la compañía va a destinar a ayuda humanitaria para Ucrania, y no responde a las informaciones sobre la posible nacionalización de aeronaves en Rusia.