Cuatro aviones de transporte A400M del Ejército del Aire pondrán rumbo entre hoy viernes y mañana sábado a Polonia con un cargamento de 1.370 lanzagranadas contracarro C90, ametralladoras ligeras -un número indeterminado-, y 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras para apoyar a las Fuerzas Armadas ucranianas en la guerra contra Rusia. Todo este material ha salido del inventario del Ejército de Tierra. La operación, aprobada en un tiempo récord, tiene por delante varios desafíos desde el punto de vista logístico, sobre todo, a partir de la descarga en suelo polaco.
El trayecto será el mismo que ya hicieron dos A400M que el pasado domingo 28 de febrero trasladaron 20 toneladas de material defensivo, principalmente casco de combate y chalecos antifragmentos, junto con material sanitario. Los aviones despegarán en esta ocasión de la base de Los Llanos (Albacete) y llegarán a un aeropuerto al este de Polonia -probablemente Rzeszów-Jasionka-, a apenas unos 80 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Una vez allí, el armamento será recogido por las autoridades de Kiev, según informó la ministra de Defensa, Margarita Robles, no obstante, el procedimiento para la entrada del material en suelo ucraniano no está muy claro. El Gobierno español ha informado de que toda la logística de este envío la está coordinando mediante la Unión Europea, que dispone de un mecanismo para gestionar la entrega del material comprometido por los países miembros a Ucrania. También en Polonia, la OTAN está concentrando buena parte del armamento enviado durante los últimos días. Según diferentes informaciones, el material entra al final en Ucrania por dos rutas una próxima a la frontera con Bielorrusia y otra algo más al sur.
Proceso de aprobación
Los trámites para la aprobación del envío se han realizado con gran secretismo, algo que desde el Ministerio de Defensa justifican “por motivos de seguridad”. No se trata de una operación comercial al uso de venta de material, sino que es más bien de una donación de material en servicio a través de un acuerdo Gobierno a Gobierno. Lo que parece claro es que no es necesario el visto bueno del Congreso de los Diputados, al tratarse de una entrega con un valor inferior a los 12 millones de euros.
La autorización del envío se ha producido en un tiempo récord. Apenas han pasado tres días desde el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Algo poco habitual en las exportaciones de material de defensa. Normalmente, este tipo de ventas siguen un proceso en ocasiones bastante largo y tedioso que al final siempre tiene que recibir el visto de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (Jimduu), encuadrada en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. En este organismo también participan otros departamentos como Asuntos Exteriores, Defensa, Interior y Hacienda.
Lanzagranadas C90
De este primer lote destaca el C90, un lanzagranadas contracarro diseñado por la empresa Instalaza, con sede en Zaragoza. Este tipo de armamento está siendo muy solicitado por el Gobierno de Ucrania, puesto que es realmente efectivo para frenar el avance de las columnas de vehículos y blindados que Rusia está movilizando. Otros países europeos también han enviado lanzagranadas y misiles anticarro similares.
Respecto al resto de material, por el momento, no está confirmado qué modelo de ametralladora ligera será facilitada al Ejército ucraniano; podría tratarse de la Ameli de calibre 5,56 mm, ya dada de baja en el Ejército de Tierra, fabricada por la Empresa Nacional Santa Bárbara (hoy GDELS-SBS). Por último, el paquete de munición es clave para el empleo de las ametralladoras. España y Ucrania no comparten los mismos estándares de munición, en algunos casos el calibre es distinto, por lo tanto, el armamento -en este caso ametralladoras- debe ir acompañado de la correspondiente munición homologada para asegurar el empleo.
Normativa española
España cuenta desde hace 15 años con una regulación para la exportación de material de defensa y, el año pasado, aprobó un real decreto para reforzar el control sobre la venta de material de defensa que incluye un certificado de último destino y la verificación ex post, una vez cerrada la operación comercial, para comprobar que el país comprador utiliza el material adquirido para los fines establecidos en el contrato.
Esta no es la primera vez que España entrega o dona armamento y material de defensa a un país, hay precedentes en Afganistán y países africanos y latinoamericanos, no obstante, sí será la primera ocasión que facilita armas a otro estado en mitad de un conflicto militar.
El Gobierno español vendió a Ucrania material de doble uso por un importe de 4,2 millones de euros y a Rusia por 2,5 millones, principalmente a empresas privadas, según el último informe de exportaciones de material de defensa y doble uso de la Secretaría de Estado de Comercio del primer semestre de 2021. También denegó siete licencias de exportación a Rusia, la mayoría de maquinaria industrial ante el riesgo de desvío a uso militar y la existencia de embargo de la UE.