La Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales (Escpar y Fes) del Comando de Operaciones Especiales (Cope) del Ejército de Chile efectuó en la costa de la Región de Valparaíso la última semana de instrucción y entrenamiento para los alumnos del Arma de Ingenieros que integran el Curso de Buzo Táctico 2021.
La instancia formativa para el personal institucional que conforma este arma técnica se abrió ante la necesidad institucional de personal especializado y cuya función ha sido especialmente requerida en casos de catástrofes.
El Curso de Buzo Táctico se caracteriza por su alta exigencia física y mental, en que sus postulantes deben demostrar la fortaleza y templanza para superar obstáculos en un medio hostil, como el mar, para superar la misión encomendada. Está misma dureza es la que ha llevado a qué solo el 30% de los alumnos que iniciaron el proceso llegara hasta esta fase final.
Previamente, los alumnos superaron las fases de piscina y de ríos y lagos, adquiriendo las habilidades y conocimientos que les permitirán desempeñarse táctica y técnicamente como comandante, segundo comandante, jefe de equipo, operador buzo táctico y especialista en operaciones de una Patrulla Anfibia de Operaciones Especiales (Parme) o Escalón Anfibio.
En la última etapa del curso, los oficiales y suboficiales efectuaron ejercicios diurnos y nocturnos de buceo de combate, con circuito cerrado y asistida, y que requirió la conformación de una plataforma de buceo con apoyo de personal de la Armada de Chile, además de inserciones anfibias utilizando embarcaciones como botes de goma y kayak.
Una intensa formación
El jefe del período táctico-técnico del curso, teniente Joaquín Häfelin, señaló que "en este este periodo del curso de Buzo táctico técnico se deben realizar trabajos que son propios del Arma de Ingenieros ya sea como el corte subacuático para reflotar y encontrar piezas de puente, y habilitar plataformas para que pueda desembarcar personal y darle continuidad al combate buscando efecto como movilidad, contra movilidad y protección".
El jefe del módulo táctico de operaciones especiales, teniente Fernando Castillo, destacó la importancia de la fortaleza psicológica para enfrentar el curso. "La principal dificultad es el autocontrol. Los alumnos se ven sometidos a distintos estresores, uno de ellos la baja temperatura del mar y el mismo medio que por sí solo se caracteriza por ser hostil, pero los alumnos tienen un período previo en que se desempeñan en aguas confinadas de piscina, siendo sometidos a distintas pruebas de confianza, habilidades técnicas y de autocontrol que les permite desenvolverse de buena forma y sin exponer su seguridad y la de sus colegas en el medio que se desempeñan".
En cuanto a los roles que podrán desempeñar, el cabo 1° Merkuisidec Cartes, indicó que "en caso de catástrofe está la Parme. Este fue el motivo que encontré para realizar el curso, postular y capacitarme, porque el Ejército siempre está apoyando a la comunidad y necesita gente preparada y que esté ahí, entregando todo por su gente; la finalidad del Ejército es esa ayudar y yo me estoy capacitado para hacerlo",
El cabo 2° Abraham Mesina señaló que su principal motivación para postular a este curso fue su dificultad y el apoyo a la comunidad. "Es una especialidad que a mí me llena como persona, es difícil y a las nuevas generaciones le digo que se atreven a postular que sigan sus sueños y que se frente a lo más difícil qué no exista un límite en sus mentes".
La semana de entrenamiento del Curso de Buzo Táctico finalizó con saltos al mar desde helicópteros de asalto Airbus AS532 AL Cougar, con y sin equipo, el cual se enmarca en las operaciones distintas a la guerra, como un medio de inserción para recuperar personas u objetos extraviados en catástrofes, en lugares agrestes de difícil acceso.