La compañía española Escribano ha firmado un contrato con Navantia para dotar de artillería secundaria a las futuras fragatas de la F-110 de la Armada española. La empresa instalará en los cinco buques sus torres remotas navales Sentinel 2.0, equipada con una ametralladora pesada tipo Browning de calibre 12,7 mm, y Sentinel 30, que cuenta con un cañón de 30 mm como arma principal.
Ambas estaciones cuentan con sistema electróptico Oteos, compuesto por una cámara infrarroja, una cámara diurna y un telémetro láser (LRF), que permite al operador que maneja una consola en el interior del buque o patrullera localizar, apuntar y abatir blancos tanto de día como de noche.
Las estaciones también disponen de seguimiento automático de blancos, lo que garantiza que el arma apunte a un objetivo de manera automática utilizando el vídeo de ambas cámaras. En el caso de la Sentinel 30, la estación admite, además del cañón de 30 mm, en este caso, MK44S Bushmaster II, el montaje de un cañón de 40 mm sobre la misma torre.
“Gracias a su sistema de apuntamiento, estabilización y tracking, estos sistemas permiten incrementar notablemente la precisión, la conciencia situacional, así como facilitar las misiones de detección, seguimiento y abatimiento de objetivos”, asegura Escribano.
Este el tercer contrato de Escribano para instalar sus estaciones de armas en los buques de la Armada. A principios de este año, la empresa formalizó con la Armada otro contrato para el suministro de cuatro torres remotas Sentinel de 30 mm para los patrulleros de la clase Serviola (Atalaya, Centinela, Serviola y Vigía) por un importe de 4,6 millones de euros.
La compañía con sede en Alcalá de Henares también trabaja en la actualidad en la instalación de su estación de armas remota Sentinel 2.0 de 12,70 mm en otros buques de la Armada (F-80, F-100, BAC, LHD Juan Carlos I, buques anfibios...), a través de un contrato firmado en 2019 por un importe de 6,5 millones de euros que incluye el suministro de 34 torres y otras ocho preinstalaciones adicionales.
Dos de las fragatas F-80 ya han sido desplegadas con este sistema a bordo en la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico. También disponen ya de estos montajes los buques de aprovisionamiento en combate Cantabria y Patiño y el buque de asalto Castilla. Cada buque cuenta con dos, excepto el LHD Juan Carlos I que lleva cuatro.
Escribano mantiene una estrecha colaboración con la Armada. El año pasado, como publicó Infodefensa.com, ambas partes suscribieron un acuerdo de colaboración para llevar a cabo actividades de I+D+i en las estaciones de armas remotas de la empresa y fomentar el conocimiento, instrucción, adiestramiento y capacitación en el empleo de nuevas tecnologías por parte de la Armada.
Las estaciones Sentinel 30 y Sentinel 2.0 remotamente controladas proporcionarán a la Armada, señala Escribano, varias ventajas: comunalidad logística y mantenimiento nacional, además de garantizar en todo momento la integridad del único operador necesario del sistema.