Heckler & Koch ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Stuttgart (Alemania) al pago de una multa de 4,2 millones de dólares y a dos de sus empleados a sendas penas de libertad condicional por el envío ilegal de armas a varias zonas conflictivas de México. Los dos condenados no eran los únicos acusados, otros tres empleados de la empresa alemana fueron absueltos.
Según recoge la sentencia, de la que se ha hecho eco la prensa mexicana, la empresa alemana envió 4.219 fusiles G36 (lo que sin duda alimenta la leyenda negra de esta arma), dos subfusiles y 1.759 "barriletes" a los estados de Jalisco, Chiapas, Chihuahua y Guerrero entre los años 2006 y 2009. Las exportaciones habían recibido el permiso del Gobierno de Alemania, pero la obtención de dichas licencias se había logrado mediante informaciones incorrectas sobre el destino final de las armas. Según el tribunal, la empresa violó la Ley para el Control de Armas de Guerra según la cual no se pueden exportar armas a sitios con conflictos, entre los que precisamente se encuentran los estados mexicanos mencionados. México ya actuó en su momento retirando una parte de los fusiles tras darse cuenta de que finalmente las armas habían ido a parar a los estados en conflicto, como publicó infodefensa.
El proceso judicial se puso en marcha tras la pruebas presentadas por el activista alemán Jürgen Grässlin y la empresa aún tiene posibilidad de apelación. No obstante, es de recordar que, a raíz de este caso, Heckler & Koch modificó sus procedimientos internos y desde entonces, según explicó la propia empresa, se somete “a cada socio potencial de distribución una rigurosa auditoría de cumplimiento”.
La relevancia de la noticia, más allá de que como explicó en su momento Grässlin a la prensa alemana, “nunca en la historia de la República Federal de Alemania ha habido un juicio criminal tan esclarecedor contra una empresa de armas", radica en la repercusión que tuvo la supuesta utilización de esas armas en la masacre de Ayotzinapa, que se cerró con seis estudiantes, muertos y 43 más desaparecidos.
Según ha publicado la BBC armas y masacre fueron relacionadas en su momento por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan hasta el punto de que el comisionado para la Política de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del gobierno alemán, Christoph Strässer, pidió disculpas a los familiares de las víctimas.