Patrick de La Revellière es la referencia indiscutible de MBDA en América Latina, donde ha trabajado más de la mitad de su vida. A sus 55 años, su apariencia deja poco claro su origen y, de hecho, él mismo aún no ha decidido si es francés o brasileño, “¿a quién quieres más, a tu padre o a tu madre?”, responde cuando se le pregunta al respecto. Ese mestizaje lo convierte en alguien difícil de clasificar a primera vista. De entrada parece ir por delante, sus movimientos son nerviosos y su mente parece ir aún más rápido. La conversación con él da comienzo con el protocolo de rigor, espalda recta, un firme apretón de manos y una invitación a adentrarse en el interior del stand de MBDA en LAAD 2015. Todo muy serio y formal, tiene el mando su mitad europea. Una vez dentro, De La Revellière se recoloca la corbata, se sienta en un sillón demasiado bajo para guardar la compostura y esboza una sonrisa sin labios que advierte de que empieza a tomar el mando su mitad latina. Es entonces cuando se deja llevar un poco, lo justo, y lo hace al hablar de su carrera en el sector de la Defensa. De La Revellière lleva una década en MBDA y antes estuvo 20 años en la actual Airbus Helicopters. Y le gusta. Aunque no todo en su trabajo es perfecto. Reconoce con una mueca que su lugar de residencia es el avión o una habitación de hotel, pero en algún momento del año también vive en Francia, donde tiene mujer, cuatro hijos y un perro. Explica que dos de ellos ya están independizados y sólo en ese momento, al hablar de ellos, su sonrisa vuelva a tener labios y su velocidad de más pierde potencia. En su ajetreado mundo, LAAD es una cita obligada e Infodefensa.com ha podido sentarse con él a hablar entre reunión y reunión.
¿Qué momento vive el mercado latinoamericano?
Por un lado estamos en un momento de renovación de medios misilísticos, muchos países están actualmente inmersos en este tipo de políticas. Por otro, vivimos un momento de estabilidad en la región, sin conflictos, el último problema real que se ha vivido fue en la frontera entre Perú y Chile y desde entonces todo se ha estabilizado, lo que provoca un giro en las prioridades de los gobiernos. Por primera vez en mucho tiempo se mira hacia el desarrollo social como una de las grandes apuestas. En este contexto, un sector como el de la Defensa es necesario y al mismo tiempo fácil de sacrificar. Sin embargo, hay países como Brasil donde la visión es muy diferente. Aquí, la Defensa se ve como una ayuda a la soberanía del país que permite presentarse en el mercado internacional con garantías y con la fuerza necesaria para tener peso específico en el mundo.
¿El desarrollo social y el militar son conceptos antagónicos?
En absoluto. Y países como Brasil lo han entendido así. Hoy en día, a pesar de tener otras prioridades derivadas de una situación económica plagada de fluctuaciones, Brasil ha considerado importante invertir en un sector que genera empleo de calidad y desarrolla productos que también tienen numerosas aplicaciones civiles. De hecho, en Brasil, el sector de la Defensa está considerado un gran motor económico. Esta forma de pensar se extiende cada vez más y en la misma línea podemos encontrarnos ya con países como Argentina, Chile, Colombia y México en lo que podíamos denominar una evolución de las mentalidades de Defensa.
Pero hacen falta fondos
Si. Y ese es un gran problema en estos tiempos. Después de una época fastuosa con grandes programas nos encontramos con un periodo de dificultades financieras.
¿Cómo afecta eso al sector?
La verdad es que siempre afecta, pero hay que tener en cuenta que el sector de la Defensa se mueve con contratos y programas a largo plazo, por lo que los sucesos a corto plazo no son tan devastadores como en otros sitios. Por eso mismo los países que ahora sufren una mala situación económica deben aguantar. Brasil, por ejemplo, ha seguido un rumbo para desarrollar una industria nacional de Defensa que le permita ser autónomo a la hora de defender el país. Están haciendo hoy lo que hicieron los franceses en los 50 y los 60, cuando el general De Gaulle apostó por una industria nacional con independencia de los americanos. Es un camino que Brasil emprendió hace diez años y que ahora empieza a dar sus primeros frutos.
¿Una solución de cara al futuro puede ser el reciclaje?
La modernización de los misiles es una parte más de todo esto. Un misil es un producto con elementos que caducan y deben ser reemplazados. La remotorización de los MM40 de Brasil es un buen ejemplo, pues todos los motores tienen fecha de caducidad. Mantener las flotas operativas es parte de nuestro trabajo. A mí no me gusta ver misiles caducados que no sirven para nada y se convierten en un problema. Nosotros trabajamos en la destrucción de productos obsoletos desde nuestra fábrica en Francia, donde los desintegramos de una forma segura y limpia en un proceso en el que primero los seccionamos con una cortadora de agua a presión y luego los fundimos en un horno especial con unos filtros a prueba de partículas. Pero volviendo a la pregunta: sí, no solo puede ser una solución sino que es un nuevo mercado que cada vez se demuestra más importante debido al stock de armas que hay en el mundo. Además, ya no se pueden admitir basureros de armas como los que hay, por ejemplo, en los mares del norte de Alemania y de la antigua Unión Soviética. Son bombas ecológicas.
En medio de este contexto, ¿qué ofrece MBDA al mercado latinoamericano?
Lo más nuevo que presentamos hoy aquí es el Meteor aire-aire, el misil de largo alcance más moderno del mercado. Y cuando digo más moderno me refiero al más moderno con una diferencia abismal con el siguiente. El resultado que implica ese salto cualitativo es que el avión que opera este misil tiene una ventaja muy importante frente a cualquier otro caza que no lo tenga. El primer avión que lo operará será el Gripen, que realmente fue su banco de pruebas, pues los primeros ensayos con el misil los realizamos desde este avión, así que el primer avión que lo montará será un Gripen sueco a comienzos de 2016. Los siguientes, que lo incorporarán inmediatamente después, serán los Typhoon y los Rafale.
¿Han traído algo más a LAAD 2015?
El CAMM, un misil modular altamente versátil que ofrece varias ventajas operativas. En su versión naval, el Sea Ceptor, es un sistema de lanzamiento de fácil instalación en un nuevo buque y por eso ha sido el escogido por la Armada de Brasil para el sistema de defensa antiaéreo de las corbetas Tamandaré. Se trata de un producto que también ha sido ofrecido a otras marinas sudamericanas, como la de Chile. Una de sus ventajas es que fue desarrollado para reemplazar al sistema de defensa naval Seawolf y al sistema de defensa terrestre Rapier, ambos actualmente en servicio en las Fuerzas Armadas británicas, lo que es una garantía para el cliente, pues sabe que el país vendedor también lo utiliza y comparte con él intereses. Eso siempre da seguridad.
¿Tienen proyectos de cooperación con la industria local?
Claro, el más reciente aquí en Brasil, por ejemplo, es la fabricación del motor de Exocet MM40 superficie-superficie para buques y el AM39 aire-mar para helicópteros. Son dos contratos de la Marina brasileña en cuyo desarrollo estamos trabajando con la industria local.
MBDA tiene el catálogo de misiles más amplio del mundo ¿Hay algo que no fabriquen?
Sí, los nucleares. Únicamente hacemos uno que se lanza desde el Rafale francés y, obviamente, no está comercializado porque es propiedad del país y, además, no existe la exportación de material nuclear. El resto sí, aire-aire, aire-tierra, mar-aire… Lo que sea, hay empresas que fabrican un modelo u otro, pero nosotros cubrimos todo el espectro. Tenemos de todo en el campo de la misilística.
Foto: N.G. Pandavenes