El comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), general del aire Arturo Merino, expuso a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados la Gestión de Mando 2019-2022 que liderará durante este período.
Inserto en el Plan de Desarrollo Estratégico Centenario de la FACh, la gestión de mando del general Merino establece los lineamientos para materializar este plan al 2025, y en que además se está trabajando en un nuevo plan de desarrollo que va a proyectar a la institución hacia el 2035. Lo anterior con la finalidad de asegurar que, indistintamente del comandante en jefe que asuma el mando, se trabaje en las directrices mayores que demanda el Estado y el Ministerio de Defensa Nacional. Entendiendo que la FACh cumple un rol esencial y estratégico para la seguridad y desarrollo nacional, donde su misión principal es la defensa del espacio aéreo en el marco de una política de Defensa defensiva y disuasiva.
"El poder aéreo es un elemento flexible que permite el empleo de capacidades polivalentes en beneficio directo de los ciudadanos, como el apoyo en catástrofes", aseguró el general Merino quien además dijo que "las capacidades humanas y materiales de la institución están disponibles para el control aéreo marítimo, terrestre y antártico de 4,5 millones de kilómetros cuadrados".
La gestión de mando del general Merino está orientada a tres grandes áreas: el desarrollo de capacidades estratégicas institucionales; el control de gestión y empleo de recursos; y la institución y su integración a la sociedad.
En relación a la primer gran área de desarrollo de capacidades estratégicas institucionales, está orientada a siete aspectos: mantención de capacidades estratégicas y operacionales; entrenamiento operacional de las tripulaciones; empleo de la FACh en el ámbito conjunto; ciberdefensa; capacidades polivalentes; recurso humano; e infraestructura.
El primer aspecto sobre mantener las capacidades estratégicas y operacionales, está definido contar con un poder aéreo disuasivo manteniendo una Fuerza Aérea pequeña, pero una fuerza con supremacía tecnológica, y además de mantener las capacidades espaciales. El segundo aspecto de entrenamiento operacional de las tripulaciones, se requiere fortalecer el entrenamiento con énfasis en el empleo conjunto del poder aéreo y el polivalente.
El tercer punto del empleo de la FACh en el ámbito conjunto, la institución continuará apoyando la conducción conjunta y el empleo del poder aéreo en la maniobra conjunta. Respecto a ciberdefensa, la FACh incrementará estas capacidades, aumentando la masa crítica de especialistas en el área, así como aportar al sistema de ciberdefensa conjunto del Ministerio de Defensa Nacional, el que actualmente está en desarrollo.
El quinto aspecto sobre las capacidades polivalentes, la institución desea aumentarlas, como ha ocurrido con el empleo de los nuevos Black Hawk y Hermes Q900, lo que genera una mayor valoración por parte de la ciudadanía. En tanto el recurso humano, se focalizará el esfuerzo en la educación y perfeccionamiento del personal: oficiales y suboficiales con una sólida formación valórica, liderazgo y sentido de pertenencia a la institución. Y el último punto, sobre infraestructura, en el área operativa se mejorará el mantenimiento de armamento, las escuelas matrices y habitacional.
Referente a la segunda gran área de control de gestión y empleo de recursos, se optimizará la gestión administrativa operacional en procesos logísticos, de funcionarios, y de operaciones aéreas y terrestres, a través de softwares que gestionan los artículos aéreos, y que actualmente se trabaja en incorporar los artículos terrestres. En relación al empleo de recursos financieros de la institución, se tomarán medidas tendientes al uso eficiente de los recursos financieros (probidad, austeridad y transparencia), y se reforzará el código de conducta ético y moral de los integrantes de la FACh con buenas prácticas, siendo un ejemplo para la sociedad y con el desarrollo de un Código de Ética Institucional que será presentado en el próximo aniversario de la Fuerza Aérea.
La última gran área, referida a la institución y su integración a la sociedad, se perfilará a la equidad de género e inclusión (apertura a distintas especialidades, como pilotos de combate); aporte al desarrollo del país (aerorescates, fotointerpretación, tecnología); contribución a los intereses y objetivos antárticos de Chile (presencia permanente); y fortalecer la conciencia aérea nacional, aumentando las actividades de acercamiento con la civilidad y una estrategia comunicacional a través de los medios de prensa y las redes sociales.