Arturo Ávila Anaya es el vocero del Consejo Nacional de la Industria del Blindaje en México y, a su vez, presidente de IBN Industrias Militares, uno de los proveedores de blindaje mas importantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). IBM es uno de los referentes en la industria militar mexicana no sólo por su asociación con Plasan o los retos que la Guardia Nacional presenta; sino que aparte de su historia de exito con Sedena, en 2018 fueron quienes presentaron un nuevo vehículo blindado todo terreno y de origen mexicano que causo sensación en Eurosatory, el Yagu.
¿Cómo percibe el crecimiento de la industria en los últimos años
Contamos con un crecimiento estacional, en la parte que tiene que ver con el consumo local, la industria ha crecido en un promedio del 3 a 5% anualmente y creemos que este crecimiento seguirá siendo permanente.
¿Hacia dónde proyectan su evolución con el proyecto de guardia nacional?
Con la Guardia Nacional creo que hay una gran oportunidad para ofrecer soluciones de blindaje, aunque aún no están claros los presupuestos que tenga o a dónde los van a dirigir. Entiendo que una parte será para labores de inteligencia, pero otra parte tendrá que irse a los activos como los vehículos blindados, así que hay una expectativa importante por parte del Consejo de la Industria, por saber las necesidades del Gobierno para atender la nueva estrategia del plan de paz 2018-2024.
¿Y en el ámbito militar?
En el tema de la industria militar hay oportunidades y hay proyectos, IBN tiene uno vigente con industria militar, que tiene que ver con la transferencia de conocimiento.
¿Son estos los vehículos que se están ensamblando en industria militar?
Así es, pero lamentablemente no puedo comentar más al respecto, por los acuerdos de confidencialidad con Sedena.
Sobre transferencia de tecnología y el desarrollo de blindados para las FFAA, ¿qué oportunidades ven en México?
Fundamentalmente La transferencia de conocimiento y tecnología fue muy importante. En la experiencia de la Sedena con vehículos blindados como los Sandcat en su momento o los mismo DN-XI que fabricó Sedena por cuenta propia, esos proyectos fueron aprendizaje, en ese sentido lo que busco Sedena era una política de trasferencia de conocimiento con menos dependencia de proveedores extranjeros. Entonces creemos que Sedena busca fundamentalmente menos dependencia, más autonomía pero sin dejar de reconocer que existen tecnologías en el mercado muy importantes y muy avanzadas. Los aciertos de Sedena en estos proyectos han sido seleccionar al proveedor internacional más importante del mundo y con más tecnología en la parte de materiales compuestos balísticos. Y seleccionar al proveedor mexicano que pudiera ser el puente en esta transferencia, como el proveedor del servicio y además el que pudiera responder a la transferencia de conocimiento, catapultando todo el conocimiento, ya que Sedena tiene grandes ingenieros, su ejercicio fue tomar lo mejor del mundo y de México .
¿Se percibe una tendencia en el tema de blindados?
La tendencia es que Sedena busca ser cada vez más autosuficiente, buscando alianzas estratégicas con proveedores nacionales. Creo que ha sido un gran acierto de ellos y sus proveedores y así se va a poder desarrollar tecnología mexicana, estos proyectos podrían servir como herramientas a la GN.
Hay quien dice que la Sedena no debe diseñar y construir sus productos, sino pedir a la inversión privada que lo haga.
Creo que mientras se tengan las capacidades para hacer la producción de los vehículos y lo hagan bien no hay objeción. Lamentablemente en el país hay quienes ofrece vehículos tácticos o entre comilla militares, sin tener experiencia en el campo, creen que presentar un Ford 550 y dejarlo estéticamente aceptable es suficiente. Y la verdad es que no es suficiente.
¿Y ustedes?
Nuestro socio Plasan, lleva más de 30 años en la industria, con más de 35.000 vehículos vendidos en el mundo, sus vehículos sí están probados en tierra por la OTAN. La cantidad de inversión en diseño de materiales compuestos, simuladores de impacto, en pruebas balísticas de alto rendimiento y poner vehículos con experiencia en combate, es enorme. Entonces, uno de los grandes problemas en México es que hay poca gente dentro de la Industria Militar y muchos creen que un prototipo puede promocionarse sin haber entrado en combate, en ese sentido ninguno, a excepción de los nuestros.
¿Dónde está el equilibrio?
El equilibrio esta en buscar al mejor y creo que lo encontraron con nuestra alianza en este último proyecto, con el mejor del mundo, busca un intermediario mexicano con alta capacidad técnica tecnológica y de ingeniería. Esto es una sumatoria de ganadores y es un acierto.
¿Esta sociedad entre IBN y Plasan podría llevar al desarrollo de vehículos como el Kitam o Cimarrón con Sedena?
Claro, nosotros podemos ofrecer tecnologías y conjuntos balísticos que le permitan a Sedena mejorar sustancialmente sus productos, aunque debo reconocer que ellos tienen productos muy buenos.
¿De dónde pueden sacar provecho?
Ellos pueden sacar provecho de nuestra tecnología balística y que está en uso con el Ejército de los Estados Unidos, no es un secreto que atrás de los vehículos como el JLTD está Plasan, este vehículo va a sustituir a todos los Humvee en Estados Unidos, Oshkosh va a vender 55.000 de estos vehículos. Tener un socio como Plasan, que aporta toda la tecnología de compuestos balísticos es la que está adquiriendo Sedena y debemos sentirnos muy orgullosos que está tomando lo mejor de lo mejor y no está probando tecnología que nunca ha pisado un campo de batalla.
Respecto al I+D+i, ¿la realizan en México o el extranjero?
Invertimos tres millones al año y nos sentimos muy orgullosos, porque este año presentamos en Eurosatory un vehículo llamado Yagu, que es una patente 100% mexicana y que es producto de la investigación de científicos e ingenieros mexicanos de IBN. Es el resultado de una investigación sobre cómo lanzar al mercado un vehículo militar ligero con polietileno balístico, en una plataforma de vehículo ATR y logramos un vehículo fuera de serie. Plasan lo vio y dijo yo quiero ser parte de esto!! Es un gran vehículo mexicano. Esta es la primera vez que Plasan toma una idea para desarrollar, desde una empresa de otro país, imagínate que orgullo.
¿Este será su producto estrella para el nuevo sexenio?
Este vehículo 100% protegido en polietileno balístico es el vehículo perfecto para la Guardia Nacional. Es todo terreno, ligero, para tres ocupantes, con un alto nivel de resistencia balística, puede operar en ambiente urbano, montaña, ríos, etc. Para el tema del robo de combustible es ideal, entra a donde quieran, es una joya desarrollada por ingenieros mexicanos.