El Ejército de Tierra español ha identificado una serie de programas que deberá acometer en los próximos cinco años para la modernización de los sistemas en servicio en sus unidades de artillería antiaérea. Estos planes se enmarcan dentro de la primera etapa del proyecto Fuerza 2035 que ya está en marcha.
El jefe del Mando de Artillería Antiaérea (MAA), general de brigada Iñigo Pareja Rodríguez, ha desgranado esta semana en una jornada en Madrid las necesidades de los regimientos de la Fuerza Terrestre responsables de proporcionar una respuesta efectiva a las amenazas aéreas.
En la defensa aérea de largo alcance, el Ejército apuesta por la actualización a la configuración 3+ del sistema de misiles tierra-aire Patriot para dotarlo de una capacidad antimisil mejorada y mantener la operatividad.
De forma paralela, Tierra considera necesario la adquisición de una segunda ICC -central de control e información- y de otra batería Patriot, con la vista puesta en la constitución de un segundo grupo. El único Grupo Patriot, ubicado en Valencia, está compuesto por tres baterías, con lanzadores de seis misiles cada una, perteneciente al Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73.
En el medio alcance, el futuro pasa por la modernización de los dos grupos Nasams y por la adquisición de otros cuatro lanzadores. Al igual que sucede con el Patriot, la evolución evitará la pérdida de capacidad operativa y el riesgo de quedar atrás en el apartado tecnológico.
Donde será necesaria la sustitución es en los sistemas Hawk y Aspide. Ambos sistemas se encuentra en la recta final de su vida operativa y cada vez son más elevados los costes para mantener la eficacia operativa. En este caso, el Ejército considera necesario la compra de un nuevo sistema en el mercado para reemplazar los dos grupos Hawk y el grupo Aspide.
Por otra parte, la defensa aérea de corto alcance seguirá girando en torno al sistema de misil Mistral y los cañones 35/90. En este apartado, los planes establecen la incorporación de la versión Mistral 3, una mejora de los puestos de tiro en servicio del sistema de la firma europea MBDA y la unificación y actualización de la dirección de tiro Skydor.
En el área de mando y control, la Fuerza Terrestre además pretende introducir avances en los centros de operaciones de artillería antiaérea semiautomáticos ligero y medio (Coaaas L y M) con la incorporación del Link 16, ampliamente utilizado por los países aliados, y la obtención de la capacidad IFF Modo 5.
Entre las necesidades identificadas para las unidades de la artillería antiaérea también se encuentra la compra de misiles Advanced Medium-Range Air-to-Aire (Amraam) en sus últimas versiones y munición de nueva generación Ahead (Advanced Hit Efficiency and destruction, en inglés).