El secretario de Estado Parlamentario del Ministerio Federal de Defensa alemán, Peter Tauber, anunció este mes la elección de la compañía neerlandesa Damen como constructora de al menos cuatro nuevas fragatas con una advertencia singular. En la carta que Tauber escribió al Parlamento sobre este asunto recogía que la decisión de la autoridad adjudicataria “aún está sujeta a una posible queja o procedimiento de revisión judicial antes de que se otorgue”. De este modo parecía invitar a abrir ese “procedimiento de revisión judicial” a la compañía perdedora del concurso: la alemana German Naval Yards Kiel (GNYK). Y así lo ha hecho. GNYK ha anunciado esta semana que “emprenderá acciones legales contra la decisión de adquisición del Ministerio Federal de Defensa de otorgar el proyecto MKS a un consorcio liderado por neerlandeses”.
En un comunicado oficial, GNYK, apunta que, tras “un examen exhaustivo, hemos decidido presentar una queja contra la decisión de adjudicación”, y pone estas palabras en boca de un portavoz del astillero. “Tenemos serias dudas sobre la legalidad de la decisión y, por lo tanto, agotaremos todas las posibilidades legales a nuestra disposición”, anuncia.
El Ministerio de Defensa del país también advirtió la semana pasada, cuando confirmó la elección de Damen, de que el resultado “aún no es legalmente efectivo”, e insistía en que todavía cabe la apertura de un procedimiento ante el juez por parte del candidato ganador. “La decisión de la autoridad adjudicadora aún está sujeta a la aprobación parlamentaria”, lo que está previsto “para la primavera de 2020”, añade el texto
El contrato en juego se calcula en 5.300 millones si finalmente se adquieren seis fragatas, como pretenden las autoridades del país.
Infodefensa.com informó la semana pasada sobre la posibilidad de que la compañía perdedora acabase protestando por la decisión, principalmente porque la ganadora no es alemana. En todo caso, Damen prevé construir los barcos en el país cliente, en instalaciones de Blohm & Boss, propiedad de su socio alemán en este concurso: Lürssen.
La Armada alemana define “la nave de combate multiusos MKS 180 como un todo terreno” con el que se dotará Alemania a partir de 2023. La modularidad con la que ha sido concebida destaca entre sus características, ya que le permitirán cubrir “una amplia gama de misiones, con superioridad en el combate naval como objetivo último”. Esta modularidad, continúa la fuente, “es consecuencia de la experiencia que la Bundeswehr [Fuerzas Armadas alemanas] tiene ahora con las operaciones de estabilización para la prevención de conflictos y la gestión de crisis, alguna de las cuales se han alargado durante años, además de los requisitos de una defensa nacional y de alianzas en Europa”.
Cada MKS 180, de 155 metros de eslora y 9.000 toneladas de desplazamiento máximo, contará con misiles antiaéreos de medio y corto alcance, misiles antibuque de largo alcance, un cañón principal de 127 mm con munición de largo alcance, cañones de agua, ametralladoras pesadas, ametralladoras navales ligeras, lanchas utilitarias, drones de reconocimiento y helicópteros de lucha antisubmarina, entre otros recursos.
Se trata de buques concebidos para vigilar grandes áreas de mar durante largos periodos de tiempo en todo el mundo, para controlar embargos y, si es necesario, evacuar a ciudadanos alemanes de situaciones de crisis en el Atlántico Norte o en el Mediterráneo, y también participar en combates navales contra otros buques de guerra de su tipo o submarinos. Ningún otro tipo de nave está capacitado hasta el momento para cumplir por sí misma con todas estas tareas, según la información divulgada por la Armada alemana.