General Silvela MAAA: "Las prioridades son la modernización de los Patriot y Nasams y la llegada del Mistral 3"

El general de brigada Enrique Silvela es desde hace unos días el jefe del Mando de Artillería Antiaérea (MAAA) del Ejército de Tierra. Acaba de sustituir al frente de la unidad al general Iñigo Pareja, pero no es un recién llegado al mando. Durante su etapa como coronel ya dirigió el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 con sede en Cartagena.

En una entrevista a Infodefensa.com, el general Silvela hace un repaso por la situación actual de la artillería antiaérea española y habla sobre las necesidades más urgentes. Entre ellas, destaca la modernización de los sistemas Patriot y Nasams y la actualización del sistema Mistral a la versión 3.

¿En qué punto está la artillería antiaérea en España?

Es un momento importante para la defensa aérea. Durante una serie de años, la percepción de la amenaza aérea ha sido menor, lo que ha hecho que muchos países renuncien a su defensa aérea, algunos la han cerrado y otros la han pasado al Ejército del Aire. Ahora hay una reactivación notable de la amenaza en relevancia y diversidad. España es una de las naciones que está preparada, porque ha mantenido la estructura, el adiestramiento y la participación en operaciones como la de Turquía. Partiendo de este punto, esperamos en el futuro la modernización de los materiales.

¿Cómo será la artillería antiaérea de la Fuerza 2035?

Será importante la integración de todas las armas de la artillería antiaérea en la brigada 2035, que éstas tengan la misma modularidad y movilidad que la brigada, y disponer de armas complementarias para la defensa ante la diversidad de la amenaza. La fuerza encontrará diversas amenazas que van desde los sistemas no tripulados de pequeño y gran tamaño hasta los misiles balísticos, lo que requiere de una gran diversidad de armas que deberán estar integradas. El futuro pasa por una mejora de los sistemas que tenemos ahora, sobre todo, en la movilidad, el alcance y la precisión. Tanto en los sistemas cañón como misil. El desarrollo tecnológico en el que estamos implicados supondrá una mayor integración, el llamado combate en red. Esto permitirá separar en distintas redes: sensores, lanzadores y misiles, y que pueden comunicarse entre ellas.

¿Qué necesidades han identificado dentro de este proyecto? ¿Podría destacar tres prioridades?

Es necesaria la modernización de los materiales que tenemos ahora y conseguir la sustitución de los más antiguos por un sistema de altas prestaciones que contemple el combate en red y permita la integración horizontal como sistemas colaterales y vertical con la brigada y el sistema español de defensa aérea. Las tres prioridades claramente son la modernización de los sistemas Patriot y Nasams y la llegada del Mistral 3.

Entrando en el detalle, ¿qué planes tienen para el sistema Patriot?

España tiene ahora mismo la versión 2+ que está desplegada en Turquía. Ya está redactado todo el proyecto para la modernización a la versión 3+. La propuesta forma parte de la lista de prioridades solicitada a Defensa. Tanto la DGAM como el Ejército de Tierra tienen contemplado el proyecto. El sistema está llegando a un grado de obsolescencia que obliga a que la modernización sea cuanto antes. Algunos componentes necesitan una urgente sustitución.

¿El programa abarca también la compra de otra batería o solo la modernización del sistema existente?

El programa incluye la modernización. El Ejército de Tierra considera que es la solución más eficiente, teniendo en cuenta el material existente, el adiestramiento alcanzado y la experiencia en Turquía.

El sistema Nasams está en una situación similar

La documentación de este proyecto también está hecha. El material tiene los mismos problemas que el Patriot; algunos componentes están entrando en una fase de obsolescencia. La capacidad de ingeniería y sostenimiento del Ejército permite la sustitución parcial de estos componentes para mantener y prolongar la vida operativa, pero sería deseable que cuanto antes llegará una modernización completa del sistema.

En sistema más antiguos como el Hawk y el Aspide está prevista la sustitución

Los dos sistemas son muy veteranos, sobre todo, el Hawk, pero han dado un rendimiento extraordinario todos estos años. Son además de una generación que permite al usuario prolongar el sostenimiento, por lo que todavía no ha llegado el final de su vida útil, aunque sería deseable su sustitución.

¿En qué está pensando para sustituir estos sistemas?

En el marco de la Fuerza 2035, está prevista la adquisición de un sistema combinado de cañón misil de altas prestaciones. Es una opción que está incluida en la fase de experimentación donde serán probados distintos sistemas para ver su funcionamiento y su integración en los tres niveles: unidad protegida, con resto de unidades y con el sistema completo. El sistema debe tener una movilidad adecuada a las unidades a las que va a proteger y una cierta modularidad.

Respecto al sistema Mistral, ¿el futuro pasa por la versión 3?

Esperamos que el corto plazo puedan llegar los primeros misiles de la versión 3.

El Ejercito también prevé la actualización de los centros de operaciones, los Coaaas.

Es imprescindible la modernización tanto del hardware como el software. La velocidad con la que evoluciona la tecnología hace que cada más los sistemas se apoyan en el hardware. Esto lo tienen que contemplar los nuevos centros. Hasta ahora teníamos centros de operaciones en varios niveles -ligero y medio-, en un futuro, el sistema será unico y el rol dependerá del programa instalado. La idea es que los distintos centros hablen entre ellos para que la dirección de los fuegos sea compartida y cualquier sensor puede pasar información a cualquier vector. Ese es el futuro.

¿Qué previsión tienen para los cañones 35/90?

Siguen funcionando muy bien. En el medio plazo habría que pensar en una sustitución porque, como decía, han aparecido otros sistemas mixtos de cañón-misil que a futuro pueden dar un mayor rendimiento.

¿Qué balance hace de la misión de MAAA en Turquía?

La misión de Turquía ha sido muy importante, no solo para la artillería antiaérea, sino para España, puesto que es una misión de apoyo a un aliado fundamental en la OTAN y por el componente tecnológico elevado, no son muchos países lo que tienen la capacidad de prestar una defensa antimisil. Además, ha permitido el adiestramiento del personal y la integración con todo el sistema de defensa antiaérea y antimisil de la OTAN.