El desencuentro entre Estados Unidos y sus socios europeos a cuenta de la Alianza Atlántica, agudizado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, ha llegado a un momento álgido estos días. Concretamente con la publicación de una entrevista al presidente francés, Emmanuel Macron, en el último número del semanario británico The Economist, en la que afirma que estamos asistiendo a “la muerte cerebral de la OTAN”.
Macron ha concretado que no existe “ningún tipo de coordinación en la toma de decisiones de Estados Unidos y de sus aliados en la OTAN. Ni una”. Para ilustrar sus palabras, el mandatario galo se ha referido a la situación en Oriente Próximo, donde “hay una acción agresiva y no coordinada por parte de otro aliado de la OTAN, Turquía, en una zona en la que nuestros intereses están en juego”.
A lo largo de la entrevista Macron ha llegado a afirmar que Estados Unidos “nos está dando la espalda”, por lo que estima necesario “clarificar ahora cuáles son los fines estratégicos de la OTAN”. Al mismo tiempo, ha apuntado, es necesario fortalecer el compromiso europeo de defensa.
Trump lleva desde que llegó al poder presionando a sus socios de la OTAN para que cumplan el objetivo de alcanzar al menos el 2 por ciento de sus economías en gasto militar para el año 2024, lo que de momento únicamente cumplen siete países, de acuerdo con el informe anual de la Alianza Atlántica referido a 2018. De momento, además de Estados Unidos, Grecia, Reino Unido, Estonia, Polonia, Letonia y Lituania ya llegan a esa cuota, mientras que otros dos, Rumanía y Francia, se encuentran cerca de alcanzarla.
En su campaña de presiones Donald Trump llegó incluso a amenazar con sacar a su país de la alianza, de la que Estados Unidos es, con diferencia, el primer contribuyente, si el resto de miembros, especialmente los europeos, no se comprometen con un mayor gasto militar. Estas críticas recurrentes de Trump ya animaron hace unos meses a otros destacados miembros, como Francia, a emprender iniciativas de defensa conjuntas al margen de la OTAN, si bien en todo momento han afirmado que la organización atlántica seguirá interpretando un papel clave en Europa.
Ahora, Macron da un paso más y asegura que “lo que estamos viendo es la muerte cerebral de la OTAN”.