Lycus es el proyecto de renovación de los diferentes medios mínimos vitales del Ejército Colombiano (EJC), que tiene como objeto facilitar las actividades de mando y control para preparar una reacción operacional ante una amenaza convencional (externa).
La materialización del mismo se efectuaría a través de la adquisición de estaciones remotas de armas (RWS) de 25 o 30 milímetros, la compra de un sistema guiado de misiles anti-tanque (ATGM) con alcances de hasta ocho kilómetros, la renovación del sistema de artillería de 105 milímetros y la modernización del sistema de vigilancia.
Además, el proyecto conlleva la adquisición de nuevos transportes blindados de personal (APC) y sistemas de comunicaciones empleados en la frontera nor-oriental del país, lo que redundaría en un aumento de las capacidades disuasivas y de la moral combativa de la tropa por el apoyo tecnológico de esos nuevos medios.
Por lo anterior, el Ejército viene gestionando –desde años anteriores- la financiación y puesta en marcha de la actualización de sus sistemas de artillería del tipo Gdels 155/52 APU-SBT de 155 milímetros, que ha incluido a la fecha la incorporación de nuevos sistemas navegadores inerciales para cálculos balísticos.
Modernizar la artillería
De igual forma, el EJC se ha propuesto seguir con el proceso de modernización del sistema de obús de 105 milímetros, ya que de las 81 piezas (aproximadas) en inventarios, 59 son del tipo R.I.A. M-101 A1, que según la fuerza corresponden al 72% de las unidades existentes, pero que ya se encuentran en total estado de obsolescencia por contar con casi 60 años de uso continuo.
En ese sentido, el Ejército propugna por un aumento del inventario de munición para obuses de 105 milímetros, pues las existentes en los depósitos no serían suficientes para sostener un teatro de operaciones convencional.
Adicionalmente, se adelanta el proceso para la adquisición de 21 APC M113A3 con el fin de remozar las capacidades de transporte de la institución ya que, según la misma, en la actualidad cuenta con un inventario de 330 vehículos blindados (EE9, EE11, TPM-113A2, M1117, LAV-III), de los cuales 52 no estarían operativos.
A lo anterior, se suma que sus 121 EE9 (de 125 adquiridos) ya suman casi 40 años de servicio continuo, lo que justificaría la incorporación de RWS de 25 o 30 milímetros en los LAV-III, M1117 y si es posible en los M113A3, en caso de que llegasen a adquirirse finalmente.
Es interesante también observar que el Ejército plantea la necesidad de actualizar una línea de defensa, ya que no se contarían con los medios suficientes para defender posiciones ante un avance coordinado por parte de medios acorazados y blindados sobre territorio nacional, que estaría además dotada con un sistema de vigilancia (vídeo-voz-datos) de radio enlace de microondas táctico.
Sumas recortadas
Para todo lo anterior, el Ejército obtuvo la aprobación de inversiones por un total de 11,4 millones de dólares, sin embargo, a la fecha esa suma se ha reducido a solo 7,7 millones en virtud de los recortes presupuestarios por parte del Ministerio de Hacienda y a una pésima gestión del viceministerio de la defensa para la estrategia, que desestimó de forma injustificada parte de este proyecto.
No obstante, la fuerza ha sido reiterativa en el sentido de destacar que dentro de las metas de este proyecto se encuentra un mayor apoyo de fuego en desarrollo de operaciones en contra de organizaciones narco-terroristas y reincidentes, así como en contra de grupos armados organizados (GAO).
Igualmente, hace énfasis en que se logaría un mayor alcance y profundidad en los apoyos de fuego de artillería, con los cuales podrían contrarrestarse incursiones sobre el territorio nacional, incrementando también el poder de combate (en todas las condiciones climáticas), aumentando sus capacidades disuasivas y fortaleciendo la capacidad de apoyo para fuegos nocturnos.
Por esta razón, se proyecta adquirir cuatro nuevas piezas de 105 milímetros antes de 2025, habiendo ya recibido un lote de 3.022 granadas de 105 milímetros y planteándose la necesidad de hacerle mantenimiento en un futuro cercano a diez piezas, también de este milimetraje y a 147 vehículos livianos y medianos (mantenimiento mayor), con el fin de contar con un parque altamente disponible y operativo.