El Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA) de la Fuerza Aérea de Brasil llevará adelante la primera prueba de vuelo del 14-X, el motor aeronáutico hipersónico que el país sudamericano está desarrollando, en la denominada Operación Cruzeiro.
En la presentación oficial de la misión, se dio a conocer el Vehículo Acelerador Hipersónico integrado (VAH), basado en el cohete de sondeo VSB-30, que transportará al 14-X hasta su condición de arranque. El gerente del proyecto, Israel Rego, explica que "el 14-X será la carga útil del VAH, funcionando como una tercera etapa propulsora", cuyos subsistemas ya están siendo fabricados por el Instituto de Estudios Avanzados (IEAv) de la DCTA en asociación con la compañía Orbital Engenharia LTDA.
El ensayo se realizará desde el Centro de Lanzamiento de Alcántara (CLA) por su infraestructura y ubicación idóneas que ofrecen un vasto corredor de vuelo sobre el Océano Atlántico. Asimismo, el Centro de Lanzamiento de Barreira do Inferno (CLBI) se utilizará como estación remota para el seguimiento redundante de la trayectoria sobre la mesosfera terrestre.
En esta primera prueba de vuelo, uno de los objetivos principales es medir los datos aerotermodinámicos asociados con la condición de arranque del motor, capaces de validar y optimizar los modelos computacionales y datos experimentales obtenidos en el laboratorio. Además, consolidará el uso de algunas tecnologías críticas, con énfasis en la etapa de compresión móvil, cámara de combustión supersónica e inyección de combustible y sistema de almacenamiento.
El jefe de la División de Aerotermodinámica e Hipersónica del IEAv, Dermeval Carinhana, asegura que “la Operación Cruzeiro cierra un ciclo de poco más de una década de esfuerzos para establecer los fundamentos y requisitos asociados con la tecnología de propulsión scramjet, al mismo tiempo que da inicio a un nuevo ciclo sin precedentes con respecto al desarrollo de un producto de Defensa Nacional".
Por su parte, el director del IEAv, Lester de Abreu Faria, no duda en afirmar que este será “solo el primer paso en un viaje disruptivo e impactante en el escenario geopolítico mundial que colocará a Brasil en una posición prominente frente a los países más grandes y desarrollados del mundo”.