El Ejército de Chile y la soberanía nacional

En la actualidad, el Ejército de Chile se encuentra materializado su Plan de Desarrollo Estratégico del Ejército para el año 2026. Este estudio de carácter integral se dispone a fines del año 2012, por el comandante en jefe del Ejército, con la finalidad de proyectar la institución al mencionado año, lo cual se actualizó y proyecta para el 2040.

Su fundamento principal es adaptar la Fuerza Militar para actuar dentro de un nuevo escenario y desarrollar capacidades orientadas a poseer "unidades más pequeñas, pero mejor equipadas, con una mayor disponibilidad y con una polivalencia que le permita asumir diversos roles, tanto de guerra como de operaciones distintas a ellas" (Comandancia en Jefe del Ejército de Chile [CJE], 2014: p.01). Para su ejecución y cumplimiento fueron levantados 12 objetivos estratégicos, dentro de los cuales algunos tienen relación con las zonas aisladas y soberanía efectiva de nuestro país.

Para cumplir con los objetivos, el Ejército desarrolló, en 2005, su principal reglamento doctrinario denominado El Ejército y la Fuerza Terrestre, donde se declaran los principales aspectos del quehacer institucional que aportan directamente a los objetivos de la defensa y el Estado.

Se puede apreciar como la misión institucional se ha debido adaptar en el tiempo, considerando que en la primera edición de este texto se presentaba de la siguiente forma: “Garantizar la soberanía nacional, mantener la integridad territorial y proteger a la población, instituciones y recursos vitales del país frente a cualquier amenaza o agresión externa” (EJTO, 2005: p.47).

Actualización

Durante el año 2010 este documento es actualizado, presentando la misión oficial institucional de la siguiente manera: "La razón de ser del Ejército es contribuir de manera fundamental a preservar la paz. Su tarea primordial es garantizar la soberanía nacional, mantener la integridad territorial y proteger a la población, instituciones y recursos vitales del país frente a cualquier amenaza o agresión externa, así como constituir una importante herramienta de la política exterior de Chile” (EJTO, 2010: p.60).

Dentro del proceso de actualización, durante el año 2015, la denominación de ejes de acción fue modificada a "Áreas de Acción Institucional"; de la misma forma, a fines del año 2017, se publicó una nueva edición de este documento, el cual se denominó "el Ejército", donde la misión institucional fue modificada, de la siguiente forma: "Garantizar la soberanía nacional, mantener la integridad territorial y proteger a su población, sus instituciones y recursos vitales frente a cualquier amenaza o agresión externa. Complementariamente, contribuye a la política exterior del Estado, apoya a las autoridades y a la población en situaciones de emergencia y catástrofes, desarrolla actividades en beneficio del desarrollo y la integración nacional y mantiene capacidades para complementar la acción de seguridad interior del Estado en situaciones calificadas” (EJTO, 2017: p.27), organizándose en base a las cinco nuevas áreas de misión que se desprenden del Libro de la Defensa 2017.

Se puede evidenciar como se ha ampliado la misión institucional dentro de los últimos doce años, al igual las tareas en las cuales el Ejército colabora activamente, de la misma manera la transición desde ejes hacia áreas de misión institucional también han tenido que ser adaptadas con el propósito de establecer una diferenciación en las actividades que cumple la Fuerza Militar en las operaciones militares, sean estas de guerra, distintas a la guerra u operaciones militares comunes, como lo incorpora la nueva reglamentación.

Soberanía nacional

La razón de ser del Ejército de Chile es contribuir de manera fundamental a preservar la paz, garantizando, a través de las actividades que desarrolla en el marco de las cinco áreas de misión que le han sido definidas por el Ministerio de Defensa, entre otros aspectos, la soberanía nacional.

Esta soberanía nacional constituye un deber del Estado el ejercerla, asegurando su presencia en todos los rincones del país, independientemente de las condiciones de accesibilidad, características geográficas, población o adversidad climática que exista, contando para ello con distintas instituciones e instrumentos afines.

Históricamente, el Ejército de Chile ha tenido un despliegue territorial que combina la necesidad operativa de contar con medios en determinado lugar del territorio nacional, asegurando así su capacidad disuasiva, con la contribución que efectúa a la presencia del Estado, especialmente, en aquellas zonas denominadas aisladas o extremas, las cuales consideran diferentes territorios: desde el árido desierto hasta los hielos australes.

Esta soberanía efectiva es de vital importancia, ya que por su intermedio se logra el grado de seguridad que permite el desarrollo y bienestar de la población, transformándose los medios militares presentes en diferentes zonas del territorio nacional actores relevantes para el Desarrollo Nacional y la Acción del Estado.