El astillero gallego Rodman ha entregado dos lanchas de instrucción a la Armada española, bautizadas como M.M. Bustelo Pavón y M.M. Pérez Verdú. Los barcos operarán en la Escuela Superior de Especialidades de la Estación Naval de la Graña (Esengra) y tendrán su puerto base en Ferrol.
Las embarcaciones, con una eslora total de 20,5 metros y una manga de 4.9 metros, fueron encargadas por Navantia y están basadas en el modelo Rodman 66. El fabricante explica que han sido rediseñadas “teniendo en cuenta todos los requerimientos técnicos y de funcionalidad, exigidos por el armador, para adaptarse de la mejor manera posible al uso que la embarcación tendrá en su destino final”.
Están diseñadas para operar en zonas próximas del litoral español, realizando fundamentalmente tareas de instrucción de los alumnos de la Esengra. En su desarrollo y construcción, la compañía ha tenido en cuenta una vida mínima de la embarcación de 20 años. Durante este tiempo están previsto los pertinentes trabajos de mantenimiento para alcanzar el periodo de actividad previsto.
El casco y la cubierta están construidos utilizando fibras de PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio) Aramida y Kevlar, con resinas de vinil éster e isoftálicas, homologadas para uso marino. Cada embarcación dispone de dos motores diésel Caterpillar C18 de 715 cv de potencia cada uno, que le permitirán alcanzar velocidades máximas superiores a los 20 nudos. La autonomía es de 500 millas, con capacidad de combustible de 6.000 litros y una velocidad económica de 15 nudos.
Las lanchas pueden operar de noche y día, y tiene capacidad para tripulación máxima de 16 persona, que dispondrán de camarote. Rodman detalla que el diseño y construcción de estas embarcaciones, ha seguido los procedimientos y estándares de calidad, establecidos en la certificación Pecal/Aqap 2110, que recoge los requisitos OTAN para el aseguramiento de la calidad en la construcción de embarcaciones para el sector de la Defensa.
Tanto a las pruebas oficiales, como al acto de entrega celebrado en las instalaciones de la compañía en Moaña, asistieron representantes de Navantia y la Armada española, que de acuerdo con la compañía, manifestaron su satisfacción con las embarcaciones y con las prestaciones de las mismas.