Colombia estudia cómo fortalecer su defensa antiaérea

Colombia ha establecido una mesa de trabajo para determinar cómo fotalecer la defensa aérea del país. El planteamiento, puesto en marcha este mismo mes, ha partido de instrucciones directas del comandante de las Fuerzas Militares (FFMM), general Juan Pablo Rodríguez, y del jefe de Estado Mayor Conjunto de las FFMM, almirante Henry Blain.

La mesa esta integrada por la Dirección de Defensa Aérea de la Jefatura de Operaciones Aéreas de la Fuerza Aérea (FAC), la Dirección de Artillería del Ejército y la Dirección de Proyectos Especiales (Diproe) de la Armada Nacional.

La decisión es producto no solo del interés común de las Fuerzas Militares respecto a la salvaguarda del espacio aéreo colombiano, sino de un patente malestar al interior de las FFMM por los excasos medios de defensa antiaérea que en estos momentos despliega la FAC, doctrinariamente encargada de la defensa de punto (bases, instalaciones, plantas, puertos), y por el Ejército, encargado de la cobertura y protección de las unidades.

Falta de inversión

De hecho, desde los anuncios hechos durante la feria Fair 2011 por la FAC, en el marco de su Plan Estratégico Institucional 2010-2030, en el sentido de crear el Sistema de Defensa Aérea Nacional (Sisdan), con inversiones estimadas en ese momento entre los 600 a 700 millones de dólares, a la fecha solo han sido adquiridos cuatro radares 3D Northrop Grumman AN/TPS-78, desplegados a partir de noviembre de 2015, tal como en su momento anuncio Infodefensa.com.

Sin embargo, la compra e incorporación de sistemas de mediano y largo alcance, que acompañarían el despliegue de los radares, no se ha llevado a cabo todavía. El Ministerio de la Defensa aún no ha explicado los motivos de la paralización. La situación a día de hoy es que la defensa antiaérea de la nación está casi exclusivamente bajo la responsabilidad de los aeronaves de caza de la Fuerza Aérea.

Una defensa escasa

La escasa disponibilidad de sistemas por parte de la FAC y la existencia de un solo sistema de tubo en el ejército (Eagle Eye), en mínimos números, en condiciones operativas desconocidas y útiles solo para la defensa de corto alcance, evidencia que el concepto de defensa antiaérea (sistemas que desde tierra protegen el espacio aéreo) no puede aplicarse en este país. Los medios existentes en la actualidad solo son efectivos para la defensa a muy corto alcance, es decir dentro del rango Vshorad (hasta siete km), pero no para los rangos Shorad (hasta 13 km), medio alcance (hasta 30 km) y largo alcance (150 km). Esta situación también evidencia la ausencia total de un sistema de anillos de defensa antiaérea que garanticen la protección de los puntos de carácter estratégico de esta nación, situación por demás conocida en el Ministerio de la Defensa.

En este último sentido, Infodefensa.com ha podido establecer que durante el presente año podrían destinarse recursos para la compra de sistemas de misiles tierra-aire, pero del tipo manpad (hasta siete km de alcance aproximadamente), pero sin poder determinar si su usuario será la FAC o el Ejército.

De igual forma ha trascendido que el tiempo medio entre fallas críticas de los AN/TPS-78 estaría próximo a cumplirse (entre 2.000 a 3.000 horas), por lo que los radares entrarían en un proceso de mantenimiento rutinario, faltando por determinar si el mismo esta cobijado dentro de los términos de la garantía.

Foto: Mindefensa