Naval Group –nueva denominación de los astilleros semipúblicos franceses DCNS– ha puesto a Jean-Michel Billig al frente del programa de submarinos australianos. Billig se incorporó el pasado mayo a la empresa como asesor especial de su presidente y consejero delegado (CEO), Hervé Guillou.
Naval Group fue seleccionada en abril del año pasado por Australia como socio para diseñar y construir una docena de submarinos por 50.000 millones de dólares locales (cerca de 34.000 millones de euros). Billig será responsable de trabajar con la Commonwealth de Australia y la compañía Lockheed Martin Australia (el integrador de sistemas de combate) “en la finalización de todas las disposiciones contractuales e industriales que apuntalarán el éxito del programa”, de acuerdo con el comunicado emitido por la empresa.
Actualmente los equipos australianos y estadounidenses del proyecto se están instalando en Cherburgo, en la costa norte de Francia, para iniciar los futuros estudios de diseño del submarino.
Antes de su reciente incorporación a Naval Group, Jean-Michael Billig era, desde 2015, director ejecutivo de Zodiac Seats y miembro del Comité Ejecutivo de Zodiac Aerospace. Anteriormente, desde el año 2012, fue vicepresidente de Ingeniería y Calidad de Renault Group, a la que llegó tras trabajar desde el año 2009 como responsable de gestión técnica de Eurocopter (actual Airbus Helicopters). Billig entró en el consorcio que forma Airbus (en concreto en la entonces Aerospatiale) en el año 1988. Desde 2003 y hasta 2007 representó a Francia como director e Airbus Military para el programa del avión de transporte militar europeo A400M. Posteriormente, y hasta 2009, que fue cuando se incorporó a Eurocopter, desempeñó el cargo de director de Ingeniería de Sistemas de Airbus.
Jean-Michel Billig, que nació en 1963, es graduado por la Ecole Centrale de Paris.
Naval Group es propiedad en un 62,48 por ciento del Estado francés y en otro 35 por ciento está en manos de la multinacional Thales. Su oferta se impuso el año pasado en el programa de submarinos australiano a la presentada conjuntamente por las japonesas Kawasaki Heavy Industries y Mitsubishi Heavy Industries, y a la de la alemana ThyssenKrupp Marine Systems –TKMS). Anteriormente, este programa denominado SEA 1000 para dotar a Australia de una nueva flota de submarinos para sustituir a la actual clase Collins, ya dejó fuera a la sueca Saab, interesada en ofertar su clase A26, y a la española Navantia, que al inicio del proyecto llegó a contar con buenas posibilidades con su modelo S-80. Entre los competidores también se contempló en su momento un posible desarrollo norteamericano.