Paraguay ha cerrado la frontera con Brasil tras sufrir el asalto de un grupo coordinado de más de 50 individuos repartidos por varios vehículos, alguno de ellos artillado, y armados con ametralladoras .50, fusiles M16 y AK47, lanzagranadas y explosivos que el pasado 23 de abril atacaron las oficinas de Prosegur (empresa de caudales) y la sede de la Policía en la localidad de Ciudad del Este. Lo que en principio podría parecer un asalto militar fue en realidad un atraco que duró tres horas en las que la ciudad quedó sitiada cual zona de guerra. Ver vídeo del atraco.
El ataque estaba perfectamente coordinado. Los asaltantes, provistos hasta de sistemas de visión nocturna según algunos medios, bloquearon vías de acceso utilizando vehículos incendiados y repartieron francotiradores en los pisos superiores de los edificios de la zona. Los francotiradores mantuvieron a raya a las fuerzas policiales que intentaban acceder al lugar para intentar apoyar al personal de Prosegur y dos policías que se encontraban dentro.
El saldo del atraco fue de un efectivo muerto y varios heridos por parte de la policía, además de varios asaltantes muertos en persecuciones que se realizaron ya del lado brasilero, zona desde donde se presume vendrían los delincuentes y cuyas Fuerzas de Seguridad participaron inmediatamente del despliegue para detenerlos.
Las primeras sospechas indican que el atraco fue planeado por miembros del Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, grupo ilegal creado por presidiarios y que hoy en día es uno de los más poderosos en San Pablo.
El ataque dejó al descubierto la indefensión ante el crimen organizado reinante en esta ciudad parte de la denominada Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Luego del ataque, desde el Gobierno central paraguayo se ordenó el cierre de fronteras, a esa altura bastante tarde pues la cercanía de la frontera permite un escape hacia Brasil casi en forma inmediata y la movilización de fuerzas policiales y militares a la zona.
Si bien algunos de los atacantes fueron detenidos en Brasil, hasta ahora no se sabe nada del dinero robado, cuyo montante total se estima en 40 millones de dólares.