El primero de los tres IA-63 Pampa III que la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín SA (FAdeA) tiene previsto producir este año ha cruzado las puertas de la línea de montaje y comienza ahora el proceso de ensayo de su sistema de combustible.
Según informaron a INFODEFENSA.COM desde la Fábrica, ubicada en la provincia de Córdoba (centro del país), los resultados de este primer ensayo fueron satisfactorios y forman parte de las pruebas “funcionales”, que se enmarcan dentro del proceso general de montaje.
Este avance supone un respiro para FAdeA, ya que la delicada situación económica que arrastra desde hace décadas ha puesto en riesgo varios de sus proyectos, entre ellos el de los Pampa III, tal y como publicó INFODEFENSA.COM.
Desde la entidad, admiten que no van a poder dar una fecha clara del fin de este proyecto hasta que no reciban todos los componentes necesarios para terminar estos tres aviones de entrenamiento avanzado, aunque insisten en que están trabajando para que sea en el corto plazo, ya que el objetivo inicial era lograr entregar tres unidades de este tipo en 2017 y ampliar la producción el próximo año.
Un biplaza de entrenamiento
El IA-63 Pampa es un avión biplaza destinado al entrenamiento de los pilotos de caza de la Fuerza Aérea, que tiene capacidad de combate. Fue diseñado en los años 80 por la propia FadeA y la empresa alemana Dornier Flugzeugwerke y atravesó tres procesos de modernización a lo largo de su historia: el primero fue una actualización de aviónica que dio como resultado el Pampa II en 2005; el segundo, la remotorización del 2011 que dio lugar al Pampa II-40 y el tercero, el de los Pampa III, es definido por la firma de capital público como “un up grade total de aviónica, full glass cockpit y sistema de data link” con capacidades de entrenamiento virtual y nuevas funcionalidades,
En cuanto a la falta de fondos que impide dar un salto cualitativo en estos proyectos, desde FAdeA insisten en que hay conversaciones constantes con el Ministerio de Defensa y no le reclaman nada a la cartera, ya que, en noviembre pasado, se puso en marcha una restructuración de los contratos que había entre ambos para reducirlos de 15 a tres. Uno abarcará la fabricación de aviones y estructuras como los Pampa, otro, todo lo relativo a las aeronaves Grob G 120TP con las que se entrenan los aspirantes a piloto de la Fuerza Aérea y, el tercero, al mantenimiento de la producción.
Actualmente, la institución está a la espera de que las “distintas instancias administrativas” en las que se encuentran los contratos (fabricación y Grob en Defensa, y mantenimiento en Jefatura de Gabinete) den el visto bueno definitivo.