El Ejército de Tierra mira hacia el futuro. La Fuerza terrestre ha puesto en marcha con el nuevo año una profunda renovación de sus brigadas para dotar a estas unidades de los últimos avances tecnológicos, dentro de un escenario bélico cambiante que poco tiene que ver con los conflictos tradicionales. El reto es idear la brigada del año 2035.
El Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general de ejército Francisco Javier Varela Salas, ofreció este jueves algunos detalles sobre este ambicioso proyecto, conocido como Fuerza 2035, en un encuentro con periodistas en el Cuartel General del Ejército en Madrid. El general explicó que un grupo de trabajo trabaja en un estudio para determinar cómo serán las unidades dentro de una década, tomando como punto de partida este año 2018.
Una vez finalizado la transición hacia las brigadas orgánicas polivantes (BOP), Varela Salas detalló que el próximo paso es dar "un salto tecnológico en un breve espacio de tiempo", mediante la incorporación a los sistemas de armas del Ejército de Tierra de tecnologías, como la inteligencia artificial y la robática, que cambiarán la perspectiva. "Vamos a poder hacer lo mismo con mucha más potencia de fuego y con menos personal, pero más cualificado", subrayó.
La unidad piloto de este programa es la Brigada de la Legión en Almería. Aquí llegarán en noviembre los cinco demostradores tecnológicos del proyecto Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 para realizar las pruebas. Los vehículos estarán equipados con diversos sistemas punteros que serán sometidos a una serie de ensayos para su validación sobre el terreno.
Hay que destacar que el VCR 8x8 y el nuevo sistema de Mando y Control son dos de los programas anunciados por la ministra de Defensa para el nuevo ciclo inversor. Sobre este plan de adquisiciones, el JEME destacó que "todavía no se ha materializado, pero somos optimistas" y añadió que iniciativas como iniciativas europeas como la Cooperación Estructura Permanente (Pesco) abren la puerta a otras "oportunidades de financiación".
El general también reflexionó sobre la necesidad de transmitir a la sociedad la importancia de la financiación para garantizar la seguridad. "Somos un Ejército deconocido para una sociedad que no reconoce las amenazas", resumió. En todo caso, el JEME concluyó que el camino del Ejército pasa por "mejorar los procedimiento actuales y lograr la mayor eficiecia posible", para continuar siendo un organismo "preparado, equipado y eficaz".