Del criticado HMS Ocean al elogiado PHM Atlántico

El ex HMS Ocean, ahora rebautizado PHM Atlántico (o A-140), siempre recibió críticas, muchas del mismo periodista que firma este artículo, debido entre otras cosas a su baja velocidad máxima sostenible. Unas críticas derivadas de los propios análisis sobre el buque que se difundían desde el ámbito británico, el que mejor conocía el navío.

Ahora, una vez finalizado el proceso, las tornas han cambiado, principalmente porque se ha podido saber que toda esa contaminación solo buscaba reforzar una posición contraria al negocio entre Brasil y Reino Unido por creerlo poco beneficioso para la parte británica. También se ha conocido la fuerte "batalla" librada por la Marina de Brasil en los puertos y despachos británicos en aquella época para vencer la resistencia de muchos sectores dentro de la Royal Navy, declaradamente contrarios y lidiar con una información constantemente contaminada desde esos mismos ámbitos.

Incluso tras el envío de más de 300 brasileños en grupos a Inglaterra, donde recibieron entrenamientos específicos para traer el buque a su nueva casa, la ciudad de Río de Janeiro, la resistencia a su venta continuó moviendo la agenda política del Gobierno británico.

Al final, parece que el buque no era tan malo. De hecho, las empresas involucradas supieron aguantar la pugna, como por ejemplo Babcok Marine, responsable del mantenimiento del Ocean en las dos décadas en que estuvo al servicio de la Royal Navy. Prueba de ello fue la presencia de un ejecutivo de la compañía a bordo del Atlántico durante su llegada a Río de Janeiro.

Babcock Marine ejecutó, como prime-contractor en asociación con BAE Systems, todos los trabajos realizados en el A-140 en el período de transición entre las dos Marinas y espera mantener esas responsabilidades junto a su nuevo operador.

El buque, incorporado el pasado 29 de junio, fue adquirido por 84 millones de libras y adaptado y reparado por las compañías Babcock International y BAE Systems para posterior entrega a la Marina de Brasil.

El ojo que todo lo ve

Uno de los motivos más evidentes de la actual modernidad del PHM Atlántico es el radar Artisan (Advanced Radar Target Indication Situational Awareness and Navigation) designado como tipo 997. De concepción 3D, tiene un alcance de 200 km y proporciona control de tráfico aéreo extensivo e identificación de blancos, así como la visualización táctica a medio alcance.

Puede seguir más de 900 objetivos al mismo tiempo y adquirir objetos de tamaño de bolas de tenis desplazándose hasta tres veces la velocidad del sonido.

Esta "sangre nueva" en términos de sensores, más la reforma a la que el A-140 fue sometido entre 2012 y 2014, amplió enormemente las capacidades operativas diurnas con aeronaves de alas rotativas (razón de ser de la embarcación) y aumentó exponencialmente la eficacia y la eficiencia del mando y control de área que puede ejercer el buque.

La adquisición de este radar también pavimentó el camino para el próximo paso, la instalación de misiles dotados con sistema de lanzamiento en frío / vertical y con capacidad contra amenazas aéreas en bajas y medias altitudes, como el MBDA Sea Ceptor.

Opcionalmente, siempre será posible y más barato instalar algunos lanzadores Simbad para misiles Mistral, como se hizo en el G-40 Bahía.

El buque ya cuenta con cañones automáticos (4x 30 mm) comandados desde el Centro de Operaciones de Combate (COC) y que pueden ser operados manualmente de emergencia.

Comando & Control, en el aire y en el mar

Los dos centros más importantes del A-140, el de Operaciones de Combate y el de Operaciones Anfibias, agregan en su organización una estrecha y vital relación con los equipamientos de los Escuadrones de la Aviación Naval y Infantería de Marina que operan embarcados.

Es responsabilidad del Atlántico, debido a su característica de puerto helicóptero, mantener tripulantes calificados en operaciones embarcadas de alas rotativas.

Inicialmente, el A-140 es apto hasta el Nivel de Operación III y Clase de Apoyo 3, es decir, puede mantener dos aeronaves en operación simultánea, en el período diurno y bajo condiciones meteorológicas visuales.

Después de una serie de cursos y entrenamientos, el barco será capaz de lanzar y recoger simultáneamente sus aeronaves con empleo de visión nocturna, entre otras habilidades a ser certificadas por la Aviación Naval.

En el Centro de Operaciones de Combate, un jefe de operaciones aéreas controla todos los lanzamientos y recuperación de helicópteros, sus misiones y sus efectivos.

Destaca el excelente desempeño de las tripulaciones de cubierta de vuelo en la Vistoria de Segurança de Aviação (VSA) realizada a lo largo de Cabo Frío antes de la llegada del A-140 a Río de Janeiro.

En la mañana del 23 de agosto (Día del Aviador Naval), se produjeron los primeros aterrizajes de helicópteros de la Fuerza Aeronaval a bordo del PHM Atlántico.

Operaron a bordo los helicópteros UH-15 Super Cougar, SH-16 Sea Hawk e IH-6B Bell Jet Ranger III.

Para que fueran posibles operaciones aéreas con seguridad, la Dirección de Aeronáutica de la Marina (DAerM), a través del Servicio de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de la Marina (Sipaaerm), concluyó y aprobó la VSA dinámica del buque.

En las operaciones anfibias por el mar, las lanchas de desembarque, del tipo Landing Craft Vehicle / Personnel (LCVP), en su versión Mk 5, realizan el transporte de grupos de combate (GC) desde el buque hasta el lugar de desembarque / asalto anfibio.

Dependiendo del equipo transportado, hasta 35 militares pueden acomodarse junto a una tripulación compuesta por tres hombres.

Estas LCVP son lanzadas y recogidas por un sistema automático y poseen un techo removible que protege a los militares de los rigores del clima en regiones frías.

Por otro lado, en el calor de los trópicos el empleo de esa cobertura convierte el interior del habitáculo en un ambiente bien caliente.

El buque puede operar en conjunto con otros tipos de embarcaciones, pero sin ofrecer la capacidad de dique, éstas no pueden ser lanzadas o recibidas a bordo.

Complementando la dotación del A-140, fue posible observar, entre las embarcaciones a bordo, un moderno bote semirrígido Pacific de ocho plazas, del tipo usado habitualmente por fuerzas especiales.

Ciertamente, buceadores de combate (Grumec) e integrantes del Batallón Tonelero serán "huéspedes" frecuentes del buque cuando éste vaya al mar con la Marina de Brasil.

Reformas y mejoras

El PHM Atlántico es un buque relativamente nuevo. Construido en Clyde por el astillero Kvaerner Govan, fue equipado en Barrow-in-Furness por Vickers Shipbuilders.

Su quilla fue colocada el 30 de mayo de 1994, el lanzamiento ocurrió el 11 de octubre de 1995 y la incorporación se dio el 30 de septiembre de 1998.

De 2007 a 2008, el barco pasó por una reforma hecha por Babcock Marine, en el astillero Devonport, para mejoras en diversos sistemas y en los alojamientos de los tripulantes y de los Royal Marines.

La reforma costó 65 millones de libras esterlinas

Entre el 2012 y el 2014, el barco fue sometido a otra reforma, esa más extensa y onerosa, presupuestada alrededor de 65 millones de libras, que renovó todo el cableado y las tuberías del buque, amplió la red de fibra óptica, actualizó sensores y permitió la instalación del avanzado radar 3D Artisan.

Internamente, y constructivamente hablando, el PHM Atlántico es muy similar a un buque mercante, pues su proyecto siguió patrones mercantiles para abaratar los costos.

Los corredores son largos (con poca compartimentación) para facilitar la construcción y el tránsito de la tripulación a bordo.

Para disminuir el riesgo de incendios, existe una preocupación muy grande con el control de averías a bordo.

Equipos de lucha contra incendios, máscaras de oxígeno y mangueras están presentes en casi todo el barco.

Imágenes: Roberto Caiafa para Infodefensa.