(Infodefensa.com)
Marruecos lleva meses de intenso rearme. Durante el último ejercicio, 2020, ha incrementado su gasto militar un 30%, hasta superar los 4.800 millones de dólares. Esta apuesta por la defensa se concreta en el amplio catálogo de compras que Rabat está realizando en el mercado internacional, sobre todo en Estados Unidos y Francia. La estrategia le está permitiendo recortar distancias con el poder militar español, que sigue siendo muy superior. En concreto, las partidas en defensa de nuestro país (más de 17.400 millones de dólares en 2020) son tres veces y media las marroquíes, si bien apenas dos años antes la ventaja era de cinco a uno. Con su acelerado avance, el vecino del sur está logrando modernizar su arsenal, como recoge el extenso especial Modernización de las Fuerzas Armadas de Marruecos publicado por Infodefensa.com.
Entre los últimos movimientos marroquíes se encuentra la tramitación de la compra, por un valor estimado en 1.000 millones de dólares, de cuatro drones MQ-9B SeaGuardian a Estados Unidos. Es el mismo modelo adquirido también por España, aunque en el caso marroquí sus aeronaves no tripuladas incluyen con probabilidad la capacidad de portar armamento. La operación es posible tras la agilización en la venta de drones armados decretada por el presidente de EEUU, Donald Trump, que permite desde el pasado verano a más países acceder a esta tecnología.
También el pasado verano Rabat formalizó una adquisición de mucho mayor calado: hasta 36 helicópteros de combate AH-64E Apache (24 en firme y 12 más como opción posible) por un valor máximo de 4.250 millones de dólares. Desde numerosos foros españoles se ha subrayado esta compra con preocupación, por tratarse de un arma eminentemente ofensiva y por la posibilidad de implicar a un número de plataformas que, aparentemente, supera al arsenal de helicópteros similares con el que cuenta nuestra defensa (24 helicópteros Tigre, fabricados por Airbus).
Otra operación destacada, que Rabat está igualmente gestionando con Estados Unidos, supone la adquisición de 25 aviones de combate F-16 a Lockheed Martin, más la modernización de otros 23 del mismo modelo que ya figuran en la flota aérea del país. El Departamento de Estado de EEUU ya dio hace dos años el visto bueno a esta tramitación. Como también autorizó el suministro de distinta munición, incluido material bélico para alimentar a estos aviones, por 1.000 millones de dólares. Poco antes se aprobó igualmente la mejora de 162 carros de combate Abrams M1A1 marroquíes, procedentes de los más de dos centenares de unidades, de segunda mano, que EEUU se comprometió en 2012 a transferir al país norteafricano.
Otras llamativas ventas a Marruecos a las que el Departamento de Estado de Estados Unidos dio luz verde el año pasado incluye una decena de misiles antibuque Harpoon por un montante máximo de 62 millones de dólares, y 25 blindados de recuperación M88A2 Hercules, por un coste estimado de casi 240 millones de dólares.
12.600 millones en compras a EEUU
Solo en las citadas operaciones autorizadas por el Pentágono en los últimos dos años (algunas de ellas aún precisan del visto bueno final de Washington), Marruecos se está comprometiendo a pagar a Estados Unidos un montante máximo estimado en alrededor de 12.600 millones de dólares para renovar su arsenal, lo que supone más de 10.300 millones de euros al cambio actual. La cifra equivale a casi tres cuartas partes de los Más de 17.400 millones de dólares empleados por España para su defensa el año pasado, estimado a partir de los datos recogidos por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés). En cualquier caso, el gasto militar de nuestro país sigue siendo tres veces y medio el de Marruecos, a pesar de que en el último ejercicio Rabat ha incrementado sus partidas en defensa un 30, hasta superar los 4.800 millones de dólares. Apenas dos años antes, el gasto español en defensa quintuplicaban las marroquíes.
Cada español triplica el gasto en defensa de un marroquí
En este punto hay que tener en cuenta que Rabat asume un esfuerzo militar tres veces mayor al español. Mientras en 2020 el reino magrebí dedicó el 4,3 de su producto interior bruto (PIB) a esta partida, el gasto de España en defensa, de acuerdo con el Sipri, equivalió durante el mismo periodo 1,4 de su PIB. Conviene recordar aquí la enorme brecha de riqueza de uno y otro país. De ahí se entiende que mientras cada español contribuyó el año pasado con una media de 372,8 dólares a la defensa de su país, en Marruecos, cada uno de sus habitantes sumó de promedio apenas 130,9 dólares
Las diferencias en el poder militar de ambos países son aún más notables en sus respectivas capacidades industriales. Mientras Marruecos no cuenta en rigor con un sector militar que pueda realmente calificarse como tal, España es el séptimo exportador de armamento del mundo, únicamente superado por los gigantes armamentísticos Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania, China y Reino Unido. Esta posición se corresponde con la metodología del Sipri de evaluar a cada país en periodos de cinco años (en este caso el séptimo lugar de España se refiere al lustro que va de 2016 a 2020), para que operaciones puntuales no distorsionen la comparativa, como una compra extraordinaria de aviones de combate que pueda realizarse en un año, por ejemplo.
De este modo, si atendemos únicamente al balance del último ejercicio completo, 2020, nos encontramos que España fue el quinto mayor vendedor internacional de armamento. Marruecos, por su parte, no aparece en la lista de los 50 primeros.
En cuanto a las adquisiciones, el reino alauita ocupa el 29º lugar como importador de armamento del mundo (periodo 2016-2020), mientras que España, a su vez, aparece en el puesto 50º de este ranking.
España ya no es el socio que fue
Además de Estados Unidos, del que Marruecos es el mayor comprador de material militar dentro de los 53 países englobados en el Mando de África de EEUU –Africom–, y con quien el pasado octubre selló una hoja de ruta en su alianza militar hasta 2030, Rabat se sirve de otras fuentes para aumentar sus recursos de defensa. La propia España fue en su momento un importante suministrador de armamento para al país magrebí, pero ahora lleva casi 30 años sin enviarle ningún material de gran calado, desde que en 1989 cerró la venta de siete aviones de transporte CN-235 (uno de ellos para tareas VIP). Francia en cambio, sigue engrosando el inventario de Rabat con plataformas tan destacadas como la fragata Mohamed VI, de la moderna clase Fremm, un buque de 142 metros de eslora dotado de distintos sistemas de misiles y torpedos (Aster, Exocet MM40, MU90) que el país a mediados de la década pasada.
Más recientemente, el pasado marzo en concreto, trascendió la compra marroquí de 300 camiones 4x4 tácticos VLRA a la francesa Arquus, antigua Renault Trucks Defense, compañía a la que Rabat también ha adquirido en los últimos meses blindados 6x6 VAB, y vehículos 4x4 Sherpa, dentro de la modernización de su flota de todoterrenos, compuesta actualmente por unos 2.000 vehículos Humvee de origen estadounidense. El año pasado cerró igualmente la adquisición de 36 piezas de artillería autopropulsada Caesar a la francesa Nexter, por unos 400 millones de euros, y misiles VL-Mica a la firma europea MBDA, por cerca de otros 200 millones de euros.
En sus relaciones con París destaca el papel francés en el lanzamiento de los dos primeros satélites militares marroquíes, el Mohammed VI-A, hace tres años, y el Mohammed VI-B, hace dos, construidos por Airbus Defence and Space, con tecnología de Thales Alenia Space y lanzados por Arianespace.
Con esta apuesta por los satélites espía, Marruecos abre a todos los ámbitos militares la modernización que ha emprendido por tierra, mar, aire y, ahora también, espacio.