Con la entrada en servicio en la Armada del buque Ysabel (A-06), el Ejército de Tierra recupera la capacidad de transporte logístico por vía marítima, un año después de quedarse sin embarcaciones para realizar este tipo de misiones. La llegada de este buque, comprado de segunda mano a Grupo Suardiaz, supone en principio la primera actuación dentro un programa más amplio que contempla, entre otras opciones, el diseño y construcción de hasta dos nuevos barcos para garantizar el sostenimiento de las unidades que están fuera de la península.
La adquisición de un buque logístico pasó a ser de repente a mediados de 2020 una de las grandes prioridades del Ejército, después de ver como de forma imprevista en pocos meses sus dos veteranos buques logístico, El Camino Español -en junio de 2019- y Martín Posadillo -en junio de 2020-, quedaban fuera de servicio. La sustitución de estos buques era una necesidad desde hace algún tiempo, sin embargo, no entraba en los planes del Ejército darlos de baja casi a la vez.
Este contratiempo hizo que la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) pusiera en marcha en julio del año pasado una licitación de carácter urgente para la adquisición de un barco mercante de segunda mano y su posterior reconversión para llevar a cabo misiones de transporte logístico en el Ejército de Tierra. La opción más rápida para contar de nuevo con un buque de estas características.
La compra resultó más complicada de lo previsto. El acuerdo con el Grupo Suardiaz -la única compañía que presentó oferta- se produjo en noviembre de 2020, después de un proceso de adjudicación que se prolongó durante varios meses. El primer contrato, abierto a cualquier empresa que quisiera presentar ofertas, quedo desierto a principios de octubre de ese año. La única propuesta no cumplió los requisitos fijados en los pliegos.
Unas semanas más tarde, a finales de ese mismo mes, la DGAM reabrió el expediente, apostando esta vez por el formato negociado sin publicidad que permite negociar directamente con una empresa. Grupo Suardiaz, en este caso. Tras la formalización del contrato, el buque ha estado a lo largo del primer semestre de este año en el astillero de Metalships & Docks en Vigo donde ha sido acondicionado para sus nuevos cometidos.
Mientras tanto, el Ejército de Tierra se ha visto obligado durante el último año a recurrir a la contratación de compañías civiles para el transporte de vehículos y material, a falta de medios propios.
El Ministerio de Defensa informaba hace escasas semanas a Infodefensa.com de que el Ejército de Tierra hasta el momento “no ha manifestado la necesidad de un segundo buque logístico”. Si bien, la DGAM abrió en enero de 2020 el programa Buque de Transporte Logístico (BTL) que establece diferentes opciones para reforzar las capacidades de transporte marítimo.
A finales del año pasado la Revista Española de Defensa (RED) del ministerio recogía que este programa tiene sobre la mesa tres opciones: la adquisición de uno o dos buques mercantes disponibles en el mercado y su reforma para ajustarse a los requisitos del Ejército -como ya se hizo con el Martín Posadillo y El Camino Español, antes, y con el Ysabel, ahora-; fletar barcos que reúnan las condiciones requeridas para cada misión a través del operador logístico de Defensa; o bien contratar el diseño y la construcción de nuevos BTL.
En este último caso, el ministerio planteó el año pasado la opción de construir hasta dos unidades. La apuesta por una u otra opción dependerá de la dotación presupuestaria, como suele suceder en estos casos. Empresas como Navantia han mostrado interés en el programa. El astillero público presentó en 2018 una propuesta a la DGAM para la construcción de un buque logístico con una alta capacidad de maniobra y automatización de los equipos.
Estos buques, cabe recordar, son fundamentales para el apoyo logístico a las unidades ubicadas en Ceuta y Melilla -y los peñones e islas de soberanía española en el norte de África-, en el archipiélago canario y balear, y a los destacamentos en las misiones en el exterior de Turquía y Líbano.