Europa ha seleccionado 26 nuevos proyectos y dos adjudicaciones directas dentro de la nueva edición del Programa Europeo de Desarrollo Industrial, Edidp 2020, cuya convocatoria fue lanzada en marzo de 2020. Esta actuación se enmarca en el paquete de decisiones que ha adoptado la Comisión Europea en apoyo de la competitividad y la capacidad de innovación de la industria de defensa de la UE. En él destaca el primer programa de trabajo anual del Fondo Europeo de Defensa (FED), que incluye 23 convocatorias de propuestas financiadas por la UE con un desembolso total de 1.200 millones de euros.
Dentro de la citada Edidp, enmarcada dentro de las iniciativas adoptadas por Europa como precursoras del FED, se han seleccionado ahora 26 nuevos proyectos que recibirán una financiación con cargo a un presupuesto de más de 158 millones de euros. Además, dos importantes proyectos de desarrollo de capacidades han recibido una subvención de atribución directa por valor de 137 millones de euros en el marco del Edidp.
El último ciclo financiero del Edidp incluye apoyo al desarrollo de varias capacidades de defensa nuevas en ámbitos tan diversos y complementarios como la seguridad marítima, la conciencia situacional cibernética o el combate terrestre y aéreo.
En concreto se han seleccionado 26 nuevos proyectos para su financiación con un presupuesto de más de 158,3 millones de euros. La resolución otorga “especial atención a las capacidades de vigilancia (tanto aéreas como marítimas), la resiliencia (la detección química, biológica, radiológica y nuclear o el sistema de aeronaves no tripuladas) y las capacidades de gama alta (ataques de precisión, combate terrestre o combate aéreo)”, de acuerdo con la información facilitada por la Comisión Europea.
El ciclo Edidp 2020, añade la fuente, también confirma ese año que el modelo del Fondo Europeo de Defensa “es apto para su finalidad, especialmente por lo que se refiere a los siguientes aspectos”, y cita cinco variables. La primera, a la que denomina “programa muy atractivo”, recuerda que en las convocatorias compitieron 63 propuestas procedentes de más de 700 entidades. En segundo lugar destaca la “cooperación reforzada en materia de defensa”, y apunta que por término medio participaron en cada proyecto 16 entidades de siete Estados miembros. La tercera se refiere a la “amplia cobertura geográfica” de los proyectos seleccionados, y recuerda que en total han participado en ellos 420 entidades de 25 Estados miembros. El siguiente punto se refiere a la “fuerte participación de las pymes”, que representan el 35% de las entidades y un beneficio del 30% de la financiación total. Finalmente, se destaca la “coherencia con otras iniciativas de la UE en materia de defensa”, en particular, con la Cooperación Estructurada Permanente (conocida por CEP o Pesco), ya que de los 26 proyectos seleccionados, 15 tienen estatus Pesco.
En el marco del Edidp 2020, “participaron en propuestas seleccionadas con arreglo a garantías de seguridad válidas” diez entidades controladas por terceros países.
Además, “debido a su gran importancia estratégica, dos importantes proyectos de desarrollo de capacidades recibieron una subvención por un importe total de 137 millones de euros”. Se trata del programa de drones Euromale y el de radio Essor.
La iniciativa Edidp forma parte junto a la denominada Acción Preparatoria de la Unión sobre Investigación en materia de Defensa (PADR) de los conocidos como programas precursores del FED, lanzados antes de la implementación del primero Fondo Europea de Defensa en los presupuestos de la UE (periodo 2021-2027) con el objetivo de preparar el terreno antes de su llegada. En concreto, se acordó dotar a la Edidp con 500 millones de euros para el período 2019-2020, mientras que la PADR ha contado con un presupuesto de 90 millones de euros para el período 2017-2019. Su objetivo, igual que el del Fondo Europeo de Defensa, era fomentar una base industrial y tecnológica en el ámbito de la defensa innovadora y competitiva y contribuir a la autonomía estratégica de la UE.
La PADR ha cubierto la fase de investigación de los productos de defensa, incluidas las tecnologías disruptivas, mientras que el Edidp se configuró para apoyar proyectos colaborativos relacionados con el desarrollo, incluidos el diseño y la creación de prototipos.