(Infodefensa.com)
Londres ha reeditado el programa de adquisición de tres nuevos buques logísticos para dar servicio a los nuevos portaaviones, entre otros buques de su armada (Royal Navy). El proyecto, denominado FSS, estaba paralizado desde noviembre de 2019, oficialmente porque ninguna de las ofertas presentadas entonces se ajustaba al presupuesto. La medida fue bien recibida por la industria local, que se había mostrado crítica con la decisión de abrir el concurso a postores extranjeros, en vez de encargarlo directamente a astilleros británicos. Entre los candidatos destacaba en ese momento la española Navantia, a la que distintos medios de Reino Unido llegaron a situar como favorita.
El pasado otoño se anunció el relanzamiento de este programa para esta primavera, como así ha ocurrido, con un mayor enfoque hacia la industria local, tal y como informó entonces Infodefensa.com. Ahora, por tanto, el Ministerio de Defensa ha vuelto a invitar a las empresas a registrar su interés en el programa de reemplazo de la vieja flota de buques logísticos de la Royal Navy. En realidad, a día de hoy, Reino Unido solo cuenta con un buque FSS capaz de abastecer a los futuros portaaviones: el RFA Fort Victoria, que ya ha superado su vida útil prevista de 25 años.
El nuevo cronograma prevé la adjudicación dentro de dos años del contrato al ganador del programa de Apoyo sólido de flota (expresión a la que se refieren las siglas FSS en inglés).
Para ganar opciones ante el nuevo enfoque del proyecto, donde la implicación de la industria naval es clave, Navantia, que ya se había aliado previamente con la diseñadora británica de buques BMT, sumó el año pasado a su proyecto un acuerdo con el astillero Harland & Wolff, situado en Belfast.
1.850 millones de euros
Al FSS, estimado en 1.600 millones de libras (1.850 millones de euros al cambio actual), informa Defense News, se prevé que, además del grupo liderado por Navantia, opte de nuevo el consorcio británico bautizado Team UK, conformado por BAE Systems, Babcock International, Cammell Laird y Rolls Royce. El medio ya no cita a la japonesa Japan Marine United Corporation (JMU), que completaba la terna en liza hasta 2019, después de que previamente se retirasen otras dos firmas: la italiana Fincantieri y la surcoreana Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering (DSME), de las cinco que a finales de 2018 fueron seleccionadas por el Ministerio de Defensa británico para competir en el FSS.
La reedición del concurso no detalla qué parte del trabajo deberán realizar las empresas locales, aunque apunta que debe ser una participación “significativa”, ni tampoco cita que el grupo ganador deba estar liderado por una firma británica.
El programa FSS se concibió para, entre otros objetivos principales, abastecer en alta mar a los nuevos portaaviones de la clase Queen Elizabeth, que en los próximos años comenzarán a prestar servicio. El proyecto contempla la construcción de tres buques con una capacidad de carga máxima de 7.000 metros cúbicos, cada uno, y diseñados para alcanzar una velocidad sostenida de 18 nudos. Además estar capacitados para suministrar material logístico en plena navegación y transferir cargas individuales de hasta cinco toneladas.
La licitación inicial recogía que los barcos serían capaces de reabastecer combustible en la mar y de efectuar operaciones por todo el mundo. Esos planes primigenios contemplaban que las embarcaciones entrarían en servicio a partir de 2026 en la Royal Fleet Auxiliary, que es la responsable del apoyo logístico a los buques de la Royal Navy mientras están en el mar.