Los primeros contratos con la industria que Alemania y Francia esperan firmar para el denominado Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS, por sus siglas en inglés) durante el desarrollo de la exhibición París Air Show, durante la semana que irá del 17 al 23 de junio, tienen esta semana un preámbulo obligado con la aprobación alemana de 32,5 millones de euros de financiación inicial. El Comité de Presupuesto del Parlamento del país tiene programado para estos días esa autorización de fondos que permitirá el lanzamiento del desarrollo del FCAS.
De este modo Berlín abre la vía para que se puedan suscribir los primeros acuerdos con las empresas referentes al estudio de concepto del programa, que están programados para la citada semana de junio. Las principales compañías implicadas son las francesas Dassault Aviation y Safran, la alemana MTU Aero y la franco-alemana y, en menor medida, española, Airbus. Defence and Space. Dassault y Airbus, que lideran el programa, se encargarán del Caza de Nueva Generación (NGF, por sus siglas en inglés) del programa, y las otras dos se ocuparán de sus motores.
El proyecto FCAS, que es un sistema completo en el que se incluye el uso de drones, supone una inversión estimada en 8.000 millones de euros hasta el año 2030, de acuerdo con un informe elaborado por el Ministerio Federal de Finanzas para los miembros del citado Comité de Presupuesto del Parlamento alemán. El principal rotativo económico alemán, el Handelsblatt, calcula que el nuevo avión, que entrará previsiblemente en servicio en torno al año 2040, generará una facturación a la industria de 500.000 millones de euros durante toda su vida útil.
Además de Francia y Alemania, España ya se ha comprometido a entrar en igualdad de condiciones con sus otros dos socios, para lo que también está prevista una firma oficial durante Paris Air Show. Bélgica también ha expresado su voluntad de sumarse al programa, aunque en este caso se prevé que Francia vetará su participación, debido al encargo que ha hecho el país de aviones de combate de quinta generación F-35 de fabricación estadounidense.
Antes de los cuatro contratos con la industria previstos para este mes, el programa FCAS ya adjudicó uno previo el pasado febrero, que supuso el primer paso verdaderamente cuantificable del proyecto desde que los principales mandatarios de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Angela Merkel, anunciaron en julio de 2017 el desarrollo conjunto de un avión de combate.
Los acuerdos que van a firmarse ahora permitirán a la industria iniciar los trabajos de desarrollo del futuro sistema. De momento, “tenemos un primer contrato para la arquitectura general, porque las necesidades deben ser coordinadas entre Alemania y Francia antes de que nuevos socios puedan unirse”, según explicó la ministra de Defensa francesa, Florence Parly, antes de que España se sumase en igualdad de condiciones a la iniciativa.
Lo que se prevé firmar ahora son “los primeros contratos industriales para la construcción de un modelo de demostración del caza”, como los define Parly. En concreto está prevista la suscripción de un contrato con la compañía francesa Dassault Aviation para el NGF, otro con Airbus para el desarrollo de la aeronave no tripulada que contempla el FCAS, además del encargo a las compañías MTU y Safran del desarrollo de los motores. También se encomendará a Airbus, y probablemente a Thales, la integración general del sistema de armas. Esta fase será la primera en la que se deberán efectuar cantidades importantes de dinero para que despegue la parte industrial del programa.