Bélgica retrasa su programa de cazas para evaluar más opciones

La pugna por dotar a la Fuerza Aérea belga de un sustituto para su actual flota de 34 F-16 ya no sólo implica a los cazas F-35 y Eurofighter, los dos únicos candidatos que presentaron sus respectivas últimas ofertas el pasado febrero. Bruselas ha decidido posponer su decisión sobre el ganador hasta el próximo octubre e incluir dos alternativas más que hasta hace unos meses habían quedado descartadas: la posible compra de aviones Rafale franceses e incluso la opción de alargar la vida útil de los F-16 seis años más.

El primer ministro del país, Charles Michel, ha anunciado que evaluará a fondo la oferta de Dassault Aviation, a la que anteriormente el ministro de Defensa, Steven Vandeput, había acusado de no haber seguido los procedimientos establecidos en la candidatura de su Rafale. Hace unos días trascendió que hasta el momento Bélgica ni tan siquiera había llegado a estudiar en detalle esta opción, como recogió Infodefensa.com. Además, Michel ha revelado que la posible actualización de los F-16 para alargar su vida operativa también va a ser evaluada detenidamente.

El pasado marzo se supo que la Fuerza Aérea del país ocultó un informe del fabricante Lockheed Martin presentado hace dos años del que se colige que cada F-16 belga puede permanecer en servicio otros seis años más de los previstos. Hasta ese momento el Gobierno belga venía argumentando que no era factible extender el uso de unos aparatos que debían ser retirados a partir de 2023. De este modo justificó su decisión de lanzar hace un año el concurso para elegir un nuevo aparato.

El calendario del programa pasaba por dar a conocer su resultado a mediados de este ejercicio, lo que ahora queda pospuesto unos meses para dar tiempo a evaluar también las posibilidades reales del Rafale y la opción de alargar la vida de los actuales F-16.

Más de 110 millones por avión

El Gobierno belga anunció en febrero de 2016 su plan para comprar 34 nuevos aviones en un programa valorado en 15.000 millones de euros si se incluye todo su ciclo de vida. Teniendo en cuenta únicamente el coste de compra de los aparatos, el desembolso estimado es de 3.750 millones de euros, algo más de 110 millones por unidad. Entre los candidatos para hacerse con el proyecto, como informó entonces Infodefensa.com, se estimaron a las compañías norteamericanas Lockheed Martin, que opta con su F-35A Lightning II, y Boeing, fabricante del F/A-18E/F Super Hornet; la francesa Dassault Aviation, que ofreció el Rafale; la sueca Saab, con el JAS-39E/F Gripen, y Eurofighter, desarrollador de la aeronave del mismo nombre y que está financiada por Reino Unido, Alemania, Italia y España.