El viento golpea la cara con frialdad y con ese toque húmedo que hay en la base aérea Pudahuel. En la losa de operaciones está el material de vuelo listo para realizar las misiones encomendadas en medio de la pandemia. Aviones y helicópteros están a punto gracias al trabajo del Grupo de Mantenimiento N° 52. Y en la línea de vuelo, resalta una figura que ha sido muy importante no solo para la Fuerza Aérea de Chile sino que para el país: las tripulaciones de vuelo y las tripulaciones aerosanitarias de los Lockheed Martin C-130H y KC-130R Hercules del Grupo de Aviación N° 10.
El martes pasado, en un nuevo traslado de pacientes Covid a regiones, el equipo médico del Grupo de Sanidad son los primeros en llegar al KC-130R. Se preparan para recibir a dos pacientes que esta vez serán movilizados a Copiapó. Todo el ajetreo de la implementación de este nuevo vuelo está ensayado a la perfección, no puede haber errores. Al checklist de los pilotos se suma el que realiza la enfermera y capitán de bandada María de Los Ángeles Henríquez, quien participa en la coordinación de las evacuaciones con la Escuadrilla de Redespliegue Sanitario Aerotransportable Modular (Ersam).
"A este tipo de traslados los hemos denominado Evacuaciones PACI que es una Evacuación de Paciente Crítico (Evacrit), más la condición de Altamente Infeccioso", explica la oficial quien detalla que "el Hercules tiene una capacidad para 72 camillas pero cuando se trata de un PACI se configura para llevar hasta cuatro enfermos de manera simultánea, con su respectiva cápsula de aislamiento epidemiológico, ya que para ello se requiere de una tripulación aerosanitaria compuesta por un médico, una enfermera y dos paramédicos". Estas especializaciones son entregadas por el Centro de Medicina Aeroespacial (Cemae) de la FACh.
"Si hubiera una turbulencia, todos los equipos están bien firmes y tenemos previsto que funcionen de manera autónoma. Si no podemos pararnos, el paciente seguirá recibiendo la ventilación mecánica", precisa la capitán. La activación de un procedimiento como este nace desde la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC) del Ministerio de Salud la cual coordina el requerimiento con la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) y es el Estado Mayor Conjunto (Emco) quien activa a la Fuerza Aérea.
Los Black Hawk del Grupo de Aviación N° 9 y los Hercules del Grupo de Aviación N° 10 cuentan con las condiciones técnicas para la modalidad aerosanitaria, dotando, además de las capacidades de transporte propias de la aeronave, las capacidades de aislamiento y protección para la tripulación requerida tanto en el traslado de pacientes altamente infecciosos o de alto cuidado por su estado de salud.
El traslado de todo paciente con este tipo de enfermedades requiere de un complejo sistema de aislamiento y soporte vital avanzado, con un monitoreo constante entregado por el equipo de Evacuación Aeromédica de la División de Sanidad.
Demostrando una importante capacidad estratégica, y un récord en la región, la Fuerza Aérea de Chile ha trasladado a 85 pacientes con Covid-19. 79 de ellos abordo de los aviones de transporte táctico C-130H y KC-130R los que por su capacidad en bodega han podido movilizar hasta cuatro enfermos de manera simultánea, con toda la logística y personal altamente capacitado que involucran estas Evacuaciones PACI.
La primera Evacrit la realizó la tripulación del C-130H numeral 996 quienes efectuaron el vuelo más largo para este tipo de misiones aerosanitarias. El operativo se inició el 27 de marzo con rumbo a Isla de Pascua, recorriendo 3.790 kilómetros de ida, para retornar a Santiago al día siguiente con dos pacientes. La primera Evacrit resultó exitosa, así como las que han realizado estas aeronaves de ala fija a destinos como Coquimbo, Concepción, Temuco, Osorno, y Puerto Montt.
El teniente Felipe Acuña, piloto del KC-130R que esta vez lleva a los dos enfermos a Copiapó, dice que "entre el C-130H y el KC-130R no hay diferencias en las operaciones para este tipo de misiones. Sí hay una diferencia con los protocolos aerosanitarios que hay tanto para la tripulación de vuelo como latripulación aerosanitaria quienes van junto a los pacientes en el compartimento de carga". Cabe señalar que la tripulación de vuelo está compuesta por el piloto comandante de aeronave, copiloto, ingeniero de vuelo, inspector de mantenimiento, y los loadmaster.
El teniente Acuña comenta que "al bajar los pacientes en el destino, el equipo médico se quita los trajes y los almacenan de forma segura para después ser desechados. Una vez que el avión regresa a Santiago, es sometido a una limpieza total y sanitización especial". También destaca que "está demostrado que el Hercules ha sido el pilar fundamental para hacer estos traslados. Sin este avión no podríamos haber realizado la cantidad de evacuaciones que hemos efectuado. Estas operaciones están dando frutos y logramos satisfacer las necesidades que tenemos que es apoyar a la ciudadanía y salvar vidas".
Para preparar estas misiones, el oficial de la FACh indica que "el día anterior se revisa la meteorología y el tipo de pista en la que se va a operar. Toda la parte administrativa, previa al vuelo, toma unas dos horas, sin embargo, la parte más importante es la meteorología que es la que afecta directamente el operativo, por lo que se monitorea permanentemente".
Como respuesta polivalente de la institución, todos los medios aéreos y sus tripulaciones están preparados para responder a las necesidades de traslado de pacientes en estado crítico, así como el transporte de tropas, profesionales del ámbito de la salud, insumos y equipos médicos.
A la fecha se han transportado 29.080 vacunas y 94.477 kilos de carga, correspondiente a ventiladores mecánicos, insumos médicos, muestras de Covid-19 y apoyo a diferentes organizaciones de gobierno. Este apoyo incluye también el traslado de carga realizado a territorio insular.
En detalle, se han trasladado a 5.720 efectivos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, personal del área de la salud y civiles, desde y hacia distintas regiones del país, contabilizando 905 horas de vuelo, con un total de 187 operaciones aéreas ejecutadas por las tripulaciones de ala fija y rotatoria.
Se escucha la sirena de la ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) que trae al segundo paciente que será trasladado hasta Copiapó. Las tripulaciones del KC-130R numeral 999 continúan con la secuencia del protocolo. Cada uno en su lugar, prestos a recibir de manos del personal del SAMU a la persona que viene anestesiada.
Comienza el proceso de abordaje, se monitorea en todo momento el estado de salud de la persona y se reconfirma que está estable y en condiciones óptimas para iniciar el vuelo con rumbo norte.
Todo dispuesto. Se dan las últimas instrucciones y los loadmaster cierran la rampa del compartimento de bodega. Hasta aquí podemos hacer el seguimiento del operativo. Ahora falta el despegue, vuelo, aterrizaje y el retorno a Santiago. A veces, el regreso se aprovecha para traer otras cargas y así lograr la máxima eficiencia.
A la enfermera, capitán Henríquez, se le pregunta: "¿En cuál etapa de todo el proceso usted respira con alivio?" La oficial sonríe y responde: "El primer aliento se da cuando se puede liberar esa cama. Uno se siente tan realizada porque hay una persona más que puede respirar. Ese primer aliento nos da la fuerza para continuar y entregar al paciente... ahí podemos decir: misión cumplida".
Fotografías de Óscar E. Aránguiz.
Edición fotográfica de Issan Valenzuela / Vortexx.