Las Unidades de Desminado Humanitario de las Fuerzas Armadas de Chile efectuaron el 27 de febrero de 2020 las operaciones de destrucción de minas antipersona en las dos últimas áreas minadas del territorio nacional.
Según los datos del Informe de Situación de Desminado en Chile 1° Trimestre de 2020 realizado por la Comisión Nacional de Desminado (CNAD) y enviado por el jefe del Estado Mayor Conjunto (Jemco), vicealmirante Rodrigo Álvarez, a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, el país concluyó exitosamente este proceso tras 18 años de complejo trabajo.
Chile dio cumplimiento al artículo 5, párrafos 1 y 3 de la Convención sobre la Prohibicón del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción de acuerdo al plazo otorgado en la 11ª Reunión por los Estados Partes y cuya presidencia acordó acceder a la solicitud de prórroga del país siendo fijada hasta el 1 de marzo de 2020.
En este trimestre, las labores de remoción y desactivación se concentraron en los campos minados restantes ubicados en el norte del país. De esta manera, la CNAD concluyó el desminado de 89 áreas en la Región de Arica y Parinacota, ocho en la Región de Tarapacá, 67 en la Región de Antofagasta, dos en la Región de Valparaíso, una en la Región Metropolitana y 28 en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Chile suscribió la Convención de Ottawa que prohíbe el empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona en 1997. En virtud del acuerdo, que entró en vigencia en marzo de 2002, el país se comprometió a la remoción y desactivación de los 195 campos minados instalados en la década de 1970 en la fronteras de Argentina, Bolivia y Perú.
El Ejército y la Armada de Chile fueron las instituciones que asumieron la tarea de retirar y destruir estos artefactos y la ejecución de estos trabajos fue coordinada por la CNAD. En 2004 se creó el Centro de Entrenamiento de Desminado y Destrucción de Explosivos (Ceddex), dependiente de la Escuela de Ingenieros del Ejército de Chile para preparar y capacitar al personal de las Fuerzas Armadas en el proceso de desactivación de municiones sin explosar.
Las unidades de desminado del Ejército operaron en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso y Magallanes mientras que la Armada de Chile desarrolló esta tarea en las islas del Canal Beagle y Cabo de Hornos, en el extremo sur del país. Al respecto cabe destacar que esta institución neutralizó la última mina antipersona existente en la isla Nueva, Canal Beagle, en noviembre de 2019, tras 10 años de trabajos.
Los desminadores chilenos recibieron capacitación en las técnicas de desminado manual y mecánico. El personal emplea un traje de protección de Med Eng consistente en un pantalón y una pechera que cubre desde el cuello hasta abajo de la cintura de kevlar y que pesa 16 kg, casco y visor de policarbonato de 1,5 kg, una sonda de 300 grs y una pala de 600 grs de titanio, un detector de metales de 2,5 kg, botas de cuero y base blindada y cubre botas de kevlar.
En cuanto al desminado mecánico, el Ejército de Chile utilizó maquinaria MW 370 de MineWolf Systems (hoy parte de Pearson Engineering), Bozena 5 de la compañía eslovaca Way Industry y máquinas Sifting Excavator y Demining Loader.