Colombia recibirá, durante el segundo semestre de 2019, cuatro nuevos radares para la vigilancia costera del tipo Kelvin Hughes SBS-900, que serán incorporados al sistema integrado de control de tráfico y vigilancia marítima (SICTVM) que opera la Armada Nacional de Colombia (ARC).
Los radares en cuestión han sido adquiridos por la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de la Embajada de Estados Unidos en Colombia y a través de un proceso surtido por la Oficina de Gestión de Adquisiciones (OAM).
Para tales efectos se han contratado los servicios de la compañía Northern Defense Industries, para adelantar los trabajos de traslado, transporte, instalación e integración de los nuevos radares, que serán emplazados en la costa pacífica colombiana y con el objeto de incrementar las capacidades de detección, reacción e interdicción de la Fuerza Naval del Pacifico (FNP).
Los radares serán instalados en los municipios de Juradó, Bahía Solano y Pizarro del departamento del Chocó y en la isla Gorgona ubicada frente a las costas del departamento del Cauca.
La donación y la ubicación de los radares obedece al interés estadounidense de reforzar las capacidades operacionales de la ARC justo en una zona en donde se vienen realizando constantes operaciones de tipo antinarcóticos, por el aumento en los envíos de cargamentos de sustancias alucinógenas, emplendo lanchas rápidas (go fast) y semi sumergibles, por parte de bandas criminales (Bacrim) y grupos armados organizados (GAO) que delinquen en esta región del país.
En este sentido, la INL viene apoyando técnicamente diferentes programas adelantados por las Fuerzas Armadas (FFAA), así como brindando capacitación y apoyos operativos con el fin de reducir el tráfico de drogas, combatir a las diferentes organizaciones y bandas criminales y contribuir a la construcción o recuperación de mejores niveles de seguridad particularmente en áreas rurales de esta nación.
Cabe anotar, que el monto de la donación, sin incluir traslados e instalación, está tasado en aproximadamente 8.400.000 dólares (cifras por confirmar), que muestran el compromiso del gobierno estadounidense dirigido a apoyar las políticas que en contra del narcotráfico viene adelantando la nueva administración nacional colombiana y ante el desbocado aumento de los cultivos de cocaína producto de los desastrosos programas antinarcóticos implementados por la pasada administración presidencial.
*Con datos de Federico Luna.