Gerardo Sánchez Revenga (Toledo, 1947) es, sin duda, una de las personas que mejor conoce el sector de la defensa y seguridad en España. Desde hace más de una década está al frente de la Asociación de Empresas Contratistas con las Administraciones Públicas (Aesmide), de la que forman parte en la actualidad 72 compañías que trabajan con el Ministerio de Defensa y otros departamentos, incluso con otros estados.
Son muchos años en esto y esa experiencia hace que charlar con él de defensa sea fácil. Los conceptos siempre están claros y eso ayuda. La única pega es que hay que estar muy atento, esa veteranía le hace hilar tan fino a que cualquier detalle es importante. Sánchez Revenga recibe a Infodefensa.com en la sede de la asociación en Madrid. En su despacho, fotos de familia comparten espacio con recuerdos de visitas institucionales y de una de sus pasiones, el fútbol, para ser más exactos el Real Madrid.
La conversación se hace sencilla, es fluida. El presidente de Aesmide comienza analizando la situación actual, la pandemia y la posible recuperación. Es la primera parte de una entrevista que se divide en dos por su extensión.
¿Qué balance hace la asociación de un 2020 marcado por la pandemia?
El contexto que estamos viviendo todas las compañías y organizaciones es particularmente complejo y la asociación en sus relaciones con los asociados y las institucionales ha intentado aportar el máximo, tanto en la actuación inmediata como en prepararse para el futuro más próximo. Hemos intentado estar cerca de las empresas, interesarnos en las necesidades más perentorias, enlazar con el Ministerio de Defensa y con la Unión Europea para informar permanentemente de sus necesidades. Para mí ha habido dos puntos que son muy positivos. Como organización, hemo sabido adaptarnos al cambio y crear una nueva forma de trabajar. Hemos contado con el apoyo de las empresas al 100%. Como industria, no puedo manifestar otra cosa que no sea orgullo y satisfacción de ver cómo las empresas se han adaptado rápidamente al cambio. Han tenido que adaptarse a las circunstancias incorporando el trabajo remoto, reduciendo el personal en fábricas e instalaciones, e incluso diversificando su producción y servicios para aportar su grano de arena en una crisis que requiere de un esfuerzo por parte de todos.
¿Cómo ha afectado a las empresas de la asociación esta crisis?
En una situación en la que se ha flexibilizado el déficit, previendo los problemas que iba a haber con la financiación, nuestras empresas han tenido menos dificultades en el ámbito financiero. Desde el punto de vista de las empresas, todas las del textil han intentado dar respuesta a las necesidades que se planteaban a nivel de Estado en materia de sanidad. Este sector ha tenido un buen año, porque han cumplido sus contratos e incrementando sus actuaciones. En alimentación, las empresas han sufrido en algunos casos, en logística, ha aumentado la productividad, y en el ámbito tecnológico, también. Desde el punto de vista empresarial no ha sido un mal año, pero sí que ha habido dificultades. En la asociación hemos intentado ayudar con los problemas que se presentaban en tramitación en aduanas o en la logística de sanidad. Es una pena que hasta la intervención de las Fuerzas Armadas no haya habido una planificación de las necesidades y aprovechamiento de las capacidades de las empresas.
¿Cómo ve el sector de la industria de defensa y seguridad?
La Defensa y Seguridad han demostrado ser lo que son: sectores estratégicos. Su papel en momentos difíciles es de servicio inmediato a la sociedad, no obstante, la Defensa y Seguridad son un intangible fundamental para la democracia y nuestra perdurabilidad como nación. La industria de defensa y seguridad son los sectores de los que más han avanzado a nivel tecnológico. Sus productos tienen un alto nivel de tecnología que además es aplicable muchas veces al ámbito de la vida civil. Hoy día le decimos que son productos duales. En estos sectores prestan sus servicios un personal altamente cualificado y con una gran productividad. Estas cualidades han hecho a sus empresas altamente competitivas y exportan gran parte de su producción. Su cliente principal son las Fuerzas Armadas y se ha visto hoy como en momentos difíciles prestan un inmediato servicio a la sociedad. Ambos sectores se han convertido en pilares básicos para garantizar la libertad de un país así como garantizar la soberanía de España y la defensa de los valores comunes europeos de la libertad y la democracia. Viviremos momentos difíciles en cuanto a presupuesto pero la estrategia de transformación se aplicará también en Defensa y Seguridad: el efecto tractor/arrastre, grandes capacidades/pymes y la digitalización son los vehículos necesarios para subirse al tren de la supervivencia primero y más tarde de la transformación. Es fundamental el valor del conjunto, la unión de capacidades entre empresas tanto a nivel nacional como internacional y esto mismo es una de las claves para la recuperación del sector.
Habla de las claves de la recuperación, ¿los fondos europeos serán decisivos?
No cabe duda que una de las claves de la recuperación del sector son los fondos europeos. Primero hay que hacer el planteamiento que la Defensa, que antes preocupaba a cada país de manera particular, ha pasado a ser una preocupación a nivel colectivo, ya sea por motivos económicos de coste de los sistemas de equipamiento, o bien por la racionalización que la Unión Europea ha querido pilotar. Al principio, los fondos estaban fijados en cerca de 13.000 millones de euros y al final se han quedado en 8.000. Pero yo creo que el éxito está en la colaboración de todas las empresas tanto grandes como pequeñas para acudir a proyectos europeos de la defensa. Indudablemente, la industria de defensa tiene que sufrir un cambio, que está en marcha. En Feindef 2019 se presentó la Perspectiva de la Industria de la Defensa por parte del Gobierno. La industria de defensa tiene que tecnificarse. Las líneas de mejora tienen que estar en la digitalización, la innovación, la formación del personal, la dimensión de las empresas, la financiación, la sostenibilidad, la logística, el apoyo a la internacionalización y la competitividad. La industria tiene que conocer las necesidades de las Fuerzas Armadas, presente y futuras, y las Fuerzas Armadas deben conocer también si las empresas son capaces de suministrar el equipamiento necesario para cumplir sus funciones.
¿Cómo trabaja la asociación para apoyar a las empresas en un momento difícil por la pandemia?
Nuestra función es conocer los productos de las empresas para presentárselas a la Administración, en este caso, las Fuerzas Armadas. La palabra que está en el ADN de la asociación es colaboración, tanto con las empresas como con las Fuerzas Armadas. De igual forma, también tenemos como objetivo conocer los proyectos del Ministerio de Defensa e Interior para darlos a conocer a las empresas. Un ejemplo es la base logística. Nuestra idea es que las empresas conozcan este proyecto y puedan dar respuestas. Durante la pandemia y el confinamiento hemos tratado de normalizar en la medida de los posible la situación, sustituyendo los desayunos presenciales por seminarios online con múltiples actores como el Cestic, el INTA, Protección Civil… En un momento de incertidumbre, también hemos mantenido el foro Aesmide con el objetivo acercar a las Fuerzas Armadas y la Administración a las empresas. La tecnología ha ayudado también con la conexión streaming.
¿Cómo han apoyado estas compañías a las Fuerzas Armadas?
De forma altruista, las empresas han fabricado mascarillas, han donado calzado para equipar a la UME, han construido hospitales de campaña, han suministrado comida, han puesto hoteles a disposición del Gobierno, habiendo sido equipados dos de ellos en Madrid y Sevilla para servir como hospitales, y otros utilizados con fines solidarios como alojar a personas sin hogar o afectados por el Covid. Estos gestos, siendo tan solo una pequeña parte de las iniciativas de las empresas asociadas, son especialmente importantes y apreciados cuando la situación económica hace que las empresas operen con bajos beneficios. Otras de las tareas que han asumido distintas empresas asociadas es la gestión de la importación de material sanitario. Por otro lado, muchas empresas están desarrollando (I+D) productos y servicios especializados para combatir o paliar el Covid.