El Ejército del Aire ha celebrado un acto en la base aérea de Zaragoza para despedir a su emblemática flota de aviones de transporte Hercules C130, después de casi medio siglo en servicio.
Durante 46 años, la flota compuesta por doce Hercules ha sido la columna vertebral de las operaciones de transporte aéreo de las Fuerzas Armadas españolas. El primer C-130 llegó a España un 18 de diciembre de 1973 procedente de Estados Unidos, incorporándose al 301 Escuadrón de Fuerzas Aéreas. Tres años más tarde, comenzó a operar la versión de reabastecimiento en vuelo.
En 1978, desaparece el 301 Escuadrón y el Hercules, conocido como Dumbo, pasa a formar parte del Ala 31 compuesta por el Grupo de Material y el Grupo de Fuerzas Aéreas (311 Escuadrón y 312 Escuadrón). La aeronave se estrenó en misiones humanitarias en 1975 con un vuelo de ayuda a Mali y Níger. En este tipo de operaciones destaca su participación en terremotos en México en 1985, el tsunami de Indonesia de 2004, el huracán Katrina de 2005, las inundaciones en Filipinas de 2006 y el terremoto de Haití de 2010.
Además, ha participado prácticamente en todos los despliegues de las Fuerzas Armadas españolas en el exterior e intervenido en zonas de conflicto como la crisis del Golfo (1991), la guerra de Yugoslavia (1994), Unamir en Ruanda (1995), ‘Libertad duradera’ en Afganistán (2001), reconstrucción de Iraq (2003). Hasta este mismo año, un Hercules estaba desplegado en el destacamento Marfil del Ejército del Aire en Senegal.
El propio Ejército del Aire destaca en su cuenta de Twitter que "el lema del Ala 31, Lo que sea, donde sea y cuando sea, quizás sea la mejor forma de definir a nuestro gigante. Siempre quedará su recuerdo y sobre todo la satisfacción de tantas misiones realizadas con éxito".
Como curiosidad, el Hércules de la Fuerza Aérea en una de sus cientos de misiones repatrió a España el tesoro que transportaba la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, indebidamente rescatado por una empresa norteamericana, 208 años después y en 600 contenedores. En sus años en servicio, ha cargado en su bodega desde un papamóvil hasta cebras y caballos y ha recorrido todo el globo, atravesado lugares inhóspitos como la Antártida, Sumatra, Alaska o el desierto de Arabia.
Este avión fue durante mucho tiempo el de mayor capacidad y velocidad del Ejército del Aire. Puede volar a 600 kilómetros por hora y tiene una capacidad de carga de casi 40 toneladas, con un techo de 10.000 metros. El Hercules deja el Ala 31 tras 178.052 horas de vuelo, en las que ha transportado cerca de un millón de pasajeros, 141.865.206 kg de carga y ha trasvasado 37.036.330 litros de combustible en misiones de reabastecimiento en vuelo. Cifras que hablan por sí solas.
Con 46 años de servicio y casi 18.000 horas de vuelo, el C-130 más antiguo participó a principios de diciembre en el acto de la patrona del Ejército del Aire, la virgen de Loreto, en la base aérea de Zaragoza.
Durante su larga vida operativa, el T-10 (en la nomenclatura del Ejército del Aire) han pasado por varias actualizaciones. A principios de los 2000, por ejemplo, fueron sometidos a un programa de modernización para prolongar su vida operativa, que supuso la renovación de los equipos de aviónica, comunicaciones, autoprotección, combustible y cisterna de reabastecimiento, piloto automático digital y GPS.
La baja oficial tendrá lugar el próximo 31 de diciembre. El Ejército del Aire ha colocado en el mercado diez de los doce aviones de este modelo que tenía en servicio. Dos continuarán en servicio en la Fuerza Aérea de Uruguay, otros dos harán lo propio en la Fuerza Aérea de Perú y los restantes seis se los llevará la empresa Blue Aerospace, como publicó Infodefensa.com. En total, el Ministerio de Defensa se embolsará unos 80 millones de euros en estas operaciones.
Los modernos A400M, fabricado por Airbus en Sevilla, cogen el testigo de los veteranos Hercules. El relevo comenzó de forma progresiva hace tres años con la llegada a la base zaragoza de los primeros A400M. Hoy, el Ala 31 ya opera nueve de estos aviones de última generación, que suponen un mejora considerable en las capacidades de transporte, y cuenta además con un simulador para la formación de los pilotos.