Nicaragua ha desplegaod a sus Fuerzas Armadas para labores humanitarias tras el paso de los huracanes Eta, primero, e Iota, después, que devastaron la costa caribeña del país. Iota fue la tormenta que más daños provocó, al alcanzar la máxima categoría de fuerza que se le otorga a este tipo de fenómenos climáticos con vientos sostenidos de hasta 250 kilómetros por hora.
De esta manera, en el marco del Plan contra Desastres Naturales, el comandante en jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés Castillo, ordenó el refuerzo con tropas de la Unidad Humanitaria y de Rescate 'Comandante William Ramírez Solórzano', compuesta por especialistas en búsqueda, salvamento y rescate, con el objetivo de fortalecer las capacidades de repuesta del Destacamento Militar Norte.
Las princxipales tareas que desempeña esta inidad es la limpieza de vías, el traslado de ayuda humanitaria, la evaluación de daños y el análisis de necesidades en las provincias del norte caribeño nicaragüense de Bilwi y Waspam.
Avilés también ordenó a la Fuerza Naval nicaragüense continuar apoyando el restablecimiento de la barcaza del río Wawa Boom, para permitir el paso vehicular desde el triángulo minero hacia Bilwi. Asimsimo, en las operaciones participan fuerzas y medios de la Fuerza Aérea.
Iota se disipó a finales de la pasada semana sobre El Salvador y su costa en el Océano Pacífico, pero las inundaciones y deslizamientos dejaron al menos 38 muertos, 16 de estos en Nicaragua.