El Ministerio de Hacienda autorizó la semana pasada una inversión de 167 millones de euros para el nuevo Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) de la Armada. El astillero de Navantia en Puerto Real estará a cargo de este proyecto prioritario para la Marina española, que necesita reemplazar el buque de salvamento Neptuno.
Las instalaciones gaditanas construirán, según explica Navantia a Infodefensa.com, una embarcación con un desplazamiento aproximado de unas 5.000 toneladas, una eslora total de 91 metros, una manga máxima de 19 metros y un puntal a cubierta principal de 8,40 metros.
El buque contará con cuatro diesel generadores y una propulsión eléctrica -dos propulsores azimutales más tres empujadores de proa-. La velocidad máxima sostenida será de 15 nudos y tendrá una dotación de 48 personas, con la opción de albergar en sus camarotes hasta otros 12 tripulantes.
El techo de gasto necesario estimado del programa es de 200 millones de euros. De este importe, 167 millones corresponden a los trabajos de Navantia, otra partida de unos 20 millones a la compra de equipos de exploración submarina y el resto a propuestas de cambio y revisiones.
El BAM-IS estará diseñado para llevar a cabo múltiples misiones. La Armada explica que será una plataforma especializada y equipada para el salvamento y apoyo al rescate de submarinos, y la unidad principal para el apoyo a las operaciones de buceo. También ejecutará tareas de intervención subacuática a gran profundidad.
Junto a estas misiones podrá efectuar las siguientes: apoyo a buques, unidades e instalaciones en trabajos submarinos o subacuáticos; caza de minas y desactivado de explosivos submarinos; operaciones de guerra naval especial; operaciones de buceo; operaciones de búsqueda y rescate (SAR) subacuáticas; y movilidad y contra movilidad (limpieza de obstáculos…).
Asimismo, contribuirá a la acción del estado en la mar, tanto en la colaboración con operaciones de salvamento e intervención subacuática, como con la protección del patrimonio cultural subacuático.
Entre los equipos que llevará a bordo el BAM-IS destacan dos vehículos submarinos no tripulados (ROV), dos cámaras hiperbáricas, dos teléfonos submarinos, compresores, además de los equipos de buceo necesarios para las unidades especializadas de la Armada.
El buque dispondrá de sonar de barrido lateral; sistema para ventilar un submarino siniestrado; guindola y campana abierta; sistema de referencia hidro-acústico; sistema para el suministro de contenedores de emergencia ELSS (Emergency Life Support Stores) a un submarino hundido; y sistema de recarga Heliox.
Tendrá también capacidad para embarcar los sistemas y vehículos de rescate de submarinos NSRS (Nato Submarine Rescue System) y SRDRS (Submarine Rescue Diving Recompression System).
El programa supondrá un balón de oxígeno para el astillero de Navantia en Puerto Real. Los trabajadores de este centro venían reclamando una mayor carga de trabajo desde el final del proyecto de los buques Suezmax a mediados del año pasado. La factoría está centrada ahora en tres contratos eólicos, reparaciones de cruceros y el programa de corbetas de Arabia Saudí.
De acuerdo con la SEPI, el nuevo contrato supondrá una carga de trabajo de 1,3 millones de horas durante tres años y medio para los centros en la bahía de Cádiz. En ese periodo, se generará un valor añadido directo e indirecto para la economía de aproximadamente 54 millones de euros anuales y una demanda agregada de 159 millones anuales.
Durante ese plazo se crearán 1.115 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos. De ellos, casi 160 serían empleados directos, cerca de 290 de la industria auxiliar y 665 puestos de trabajo indirectos generados por suministradores e inducidos.