La compañía española Navantia ha botado este miércoles a las 17.22 horas en el astillero de San Fernando (Cádiz) la primera corbeta para la Marina Real de Arabia Saudí.
La ceremonia en las instalaciones gaditanas estuvo marcado por las nuevas normas que impone el Covid-19. Las restricciones por la pandemia del coronavirus también impidieron la presencia de representantes procedentes del país árabe. Tan solo estuvo presente la delegación que desde el inicio de los trabajos de construcción está en el astillero.
En el acto participaron la presidenta de Navantia, Susana Sarriá, y el Almirante del Arsenal de Cádiz (Alardiz), vicealmirante Ricardo A. Hernández López. También fueron proyectados discursos del comandante de la Marina Saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily, y por el CEO en funciones de SAMI, Walid Abukhaled.
La botadura de esta corbeta, bautizada con el nombre de Al-Jubail (ciudad de la costa saudí del Golfo Pérsico), estaba prevista en un principio para el 8 de abril, como publicó Infodefensa.com, sin embargo, las medidas, decretadas durante el estado alarma, obligaron a paralizar toda actividad en los astilleros y el acto también quedó pospuesto.
El evento comenzó con la lectura de unos versos del corán, un vídeo sobre la ciudad de Al-Jubail y un timelapse de la construcción. Durante los discursos, la presidenta de Navantia puso de manifiesto el compromiso de la compañía con la Marina saudí para repetir el modelo de colaboración logrado en Australia.
Con el primer buque ya a flote, el programa entra en una nueva fase. Ahora comienza los trabajos para la instalación de los equipos y sistemas, mientras, de forma paralela, en las gradas continúa la construcción de los cuatros barcos restantes. Durante la ceremonia, los asistentes pudieron comprobar los avances en la segunda unidad, la Aldiriyah, situada en la grada 3.
La empresa trabaja en la actualidad para recuperar los dos meses en los que los trabajos estuvieron suspendidos. El proyecto de las corbetas saudíes iba con adelanto antes de la llegada de la crisis del coronavirus, por lo que la empresa pública confía en reducir al mínimo los efectos.
El calendario actual establece la puesta a flote de la segunda unidad se producirá entre finales de octubre y principios de noviembre. Respecto a las entregas, el cronograma no tiene modificaciones importantes. La entrega de la primera unidad sigue estando prevista para octubre de 2021 y, a partir de entonces, Navantia entregará un buque cada cuatro meses hasta completar los cinco adquiridos por Arabia Saudí.
El contrato está valorado en unos 1.800 millones de euros y supone una carga de trabajo de alrededor de siete millones de horas que en empleo se traduce en 6.000 trabajadores durante cinco años. De estos, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la industria auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores.
En total, más de 100 empresas participarán en el proyecto. El programa, que echó a andar en enero de 2018 con el corte de chapa del primer buque, finalizará previsiblemente en 2024. Además de la construcción, el proyecto incluye el apoyo al ciclo de vida durante cinco años, con opción a otros cinco años adicionales.
Las corbetas cuenta con productos propios de Navantia como el sistema de combate Catiz, el sistema de comunicaciones integradas Hermesys, la dirección de tiro Dorna, el Sistema Integrado de Control de Plataforma (SICP), el puente integrado Minerva y los motores MTU y las cajas reductoras Renk. La Al-Jubail tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y podrá transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje a una velocidad máxima de 27 nudos. Además, tendrá capacidad para llevar provisiones a bordo para 21 días.
Por otro lado, el contrato también incluye el suministro del apoyo logístico integrado; adiestramiento operacional y de mantenimiento; suministro de centros de formación y adiestramiento para el sistema de combate y sistema de control de plataforma de los buques; y el apoyo al ciclo de vida y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la base naval de Yeda, desde donde operan los corbetas.
A principios de este año, Navantia y la Armada española comenzaron el proceso de formación de las dotaciones que operarán las corbetas. Por San Fernando, pasarán unos 700 militares de la Marina Real saudí en los próximos años. La división de Sistemas de Navantia, con sede en el astillero isleño, ha diseñado un simulador de plataforma de las futuras corbetas que será utilizado para el adiestramiento de las tripulaciones.